Los vecinos desalojados por un alud de tierra en Albánchez (Almería) no podrán volver a casa en, al menos, dos semanas

Actualizado: jueves, 6 agosto 2009 16:17

Diputación y Ayuntamiento diseñan una obra de emergencia para contener el terreno que ha cortado una vía de acceso al pueblo

ALMERÍA, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

Los 60 vecinos de Albánchez (Almería) que ayer fueron desalojados de sus viviendas tras un alud de tierra registrado en la ladera junto a la que están ubicadas no podrán volver a casa hasta que se ejecute una primera obra de emergencia para contener el deslizamiento de terreno y asegurar la habitabilidad de los 21 inmuebles en los que una primera inspección ocular en el interior ha revelado grietas en algunos tabiques exteriores.

Así lo ha asegurado en declaraciones a Europa Press el diputado provincial de Vivienda, Juan Martínez, quien se desplazaba hoy a este pequeño municipio de la Sierra de Filabres, de apenas 800 habitantes, para visitar en compañía del alcalde, Francisco Martínez, así como del arquitecto y técnicos de la Diputación Provincial la zona del siniestro, anexa a una de las vías de acceso al centro urbano y que también permanecerá cortada al tráfico por precaución por tiempo indefinido.

De momento, los residentes de las 15 viviendas que en el momento del alud se encontraban habitadas han optado por alojarse de manera temporal con familiares y amigos. En la mañana de hoy, y después de que el pleno de la corporación local haya aprobado declarar la emergencia, se reunían con los representantes de la Diputación, la Junta de Andalucía y el propio Ayuntamiento que, según precisó el titular provincial, ha comunicado que solicitará ayuda a la Dirección General de Protección Civil para subsanar los desperfectos.

Martínez avanzó, al hilo de esto, que la previsión es que en 48 horas la institución supramunicipal tenga en su poder el estudio geotécnico encargado "con carácter urgente" a una empresa privada para diseñar y decidir cómo debe acometerse la primera actuación que, según estos plazos, podría empezar a ejecutarse la próxima semana.

En los mismos términos se expresó el regidor, quien concreto la necesidad de "sanear" la zona, de díficil orografía, si bien matizó que primará en el trabajo el garantizar la "seguridad y estabilidad" en una vía de "mucho tránsito" y sobre la que durante el alud "cayeron rocas de arenisca de hasta cinco toneladas"

A la espera de la conclusión de ese primer estudio, que dará paso a un informe más detallado encaminado a dar "una solución definitiva" a la situación actual de la hilera de 21 viviendas, declinó, asimismo, aventurar una cuantificación económica del coste de la obra y de los desperfectos registrados en los inmuebles, dos de los cuales han quedado con los cimientos "en el aire" mientras que el resto "presentan algunas grietas en la paredes anexas a la ladera donde se produjo el corrimiento".

El primer edil de Albánchez destacó, asimismo, el consenso que han alcanzado todas las administraciones implicadas para "remar en las misma dirección, ponernos las pilas y trabajar al unísono para evitar más sustos" al tiempo que subrayó el "calor y apoyo" que han recibido los vecinos afectados.

Los primeros datos apuntan a que el corrimiento de tierras en la ladera pudo tener su origen en un pequeño movimiento sísmico. Un vecino de la zona comunicó pasadas las 08,00 horas de ayer al servicio unificado de emergencias 112 que se había producido un deslizamiento de entre 15 y 20 metros cúbicos en una vía de acceso a la localidad a causa del cual habían quedado al descubierto los cimientos de dos vivienda.

El operativo activado, compuesto por Guardia Civil, bomberos de Albox y un técnico de la institución supramunicipal, optó una vez en el lugar de los hechos por ordenar el desalojo de los inmuebles ubicados en las inmediaciones, amenazados en su integridad, para prevenir posibles daños personales que, finalmente, no llegaron a producirse.

El alud obligó, asimismo, al corte de la circulación en una carretera secundaria comarcal que transcurre por el término municipal que permanece cortada al tráfico por seguridad tras la retirada de la calzada de los cascotes y los restos forestales de pinos arrastrados por el deslizamiento de tierra.