Actualizado 22/01/2009 20:34

Obama seguirá conectado con una BlackBerry a prueba de espías

Reuters

WASHINGTON, (OTR/PRESS)

El tecnófilo confeso, el flamante nuevo presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, parece que finalmente ha conseguido salirse con la suya y no tendrá que renunciar al aislamiento de comunicaciones al que obliga -o más bien cabría decir ya obligaba- su cargo. La todopoderosa National Security Agency (NSA) ha aprobado el uso de un 'smartphone' valorado en 3.350 dólares que, parece ser, es completamente "a prueba de espías". Ya se la conoce como 'BarackBerry', en honor de su dueño.

Uno de los requisitos que conlleva el cargo es que todas las comunicaciones del Presidente de los Estados Unidos deben estar recogidas de forma oficial y ser puestas a disposición del público al cabo de los años. Además, la normativa también exige que los presidentes se deshagan de sus cuentas de correo electrónico. Precisamente, este tipo de comunicación ha provocado especialmente la desconfianza del Servicio Secreto por su temor a que los e-mails sean 'hackeados' por agencias de espionaje extranjeras o que información sensible llegara a hacerse de dominio público.

El ya Presidente de Estados Unidos es el segundo que ha luchando contra esta imposición 'voluntaria' de aislamiento, aunque su empeño ha sido mayor y también ha tenido más éxito. El primero en quejarse de la dura medida fue precisamente el saliente George W. Bush, quien tres días antes de su primer acto político como Presidente electo, mandó un mensaje a 42 amigos y conocidos explicándoles que ya no iba a poder usar el móvil ni el correo electrónico.

"Como no quiero que personas extrañas lean mis conversaciones privadas, la única solución que encuentro es no corresponder los e-mails a través del ciberespacio", escribió Bush en uno de sus últimos correos desde la antigua dirección G94B@aol.com. "Esto me entristece. Me ha alegrado hablar con cada uno de vosotros".

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Obama parece ha luchado con ahínco para mantener su 'libertad' cibernética ya que es "muy importante para él tener información no filtrada", según aseguró el Jefe de estrategia de la campaña política de Obama, David Axelrod, en declaraciones al New York Times recogidas por Otr/press. Según declaró el propio Obama, para él era importante seguir usando su dispositivo para poder "mantenerse en contacto con el mundo real".

Tal ha sido su empeño que loa National Security Agency (NSA) ha aprobado un 'smartphone' que cuesta la friolera de 3.350 dólares y que es totalmente a prueba de espías, según informó el blog The Atlantic.

El tema del móvil del presidente ya dio que hablar durante la campaña. En los debates entre John McCain y Barack Obama, se estableció un requisito fundamental: Blackberrys No. Ambos depositaron sus dispositivos en la mesa pero Obama no podía dejar de echar un vistazo de vez en cuando a la pantalla.