Actualizado 22/05/2009 12:08

Análisis: 'Flower', sensibilidad digital

Flower
Sony

MADRID, 22 May. (Carlos Hergueta/EP) -

'Flower' es diferente a lo que estamos acostumbrados a entender como videojuego: objetivos, duración y, habitualmente, ciertas dosis de acción. ¿Qué tal relajación, contemplación, descubrimiento...? Desde hace algunas semanas se aloja en la Playstation Network un título cuyo desarrollo consiste en hacer volar pétalos por el campo que merece la pena descubrir.

¿Qué cabe esperar de un videojuego? Dejando a un lado gráficos, sonido, duración o diversión, se considera necesario que plantee una serie de retos, unos objetivos que estimulen al jugador a avanzar para llegar a un fin. ¿Pero y si el fin es el camino en sí mismo? Eso es lo que encontramos en 'Flower', un juego que es una experiencia que hay que vivir y descubrir.

En 'Flower', los jugadores no encontrarán un videojuego que suponga un reto, una explosión de adrenalina o un despliegue gráfico nunca visto. Lo que encontrarán es algo nuevo que se merece ser probado. Los niveles arrancan con un pétalo que se desprende de una flor. El jugador hace soplar el viento con cualquier botón analógico, lo que permite regular la fuerza con la que sopla.

Una vez el pétalo avanza arrastrado por la corriente de aire, controlamos su dirección moviendo el mando de PS3. El objetivo es ir avanzando por los rastros que componen otras flores, que sueltan otros pétalos al pasar a su lado. De esta forma, el grupo de pétalos que llevamos va creciendo en número y van apareciendo otros rastros de flores que seguir. Y a medida que los seguimos, regresa el color al campo.

El alma de 'Flower' es tan sencillo como ser partícipe de toda esta experiencia: El baile de los pétalos, ajustar la fuerza del viento a nuestros movimientos e ir descubriendo cómo han sido recreados los campos y cómo van cambiando con nuestro paso. Y he aquí donde toma protagonismo el apartado técnico y artístico del juego.

Los gráficos no son excesivamente complejos pero sí muy bellos. El suelo está cubierto de hierba que reacciona a nuestro paso, reflejando muy bien el movimiento, cientos de pétalos llegan a volar juntos en una misma estela... Todo enmarcado en diferentes cielos -amaneceres, atardeceres, noches cerradas- y climas -días claros, lluviosos...-.

El apartado sonoro también conduce al jugador por la senda de la relajación... los instrumentos de cuerda se unen al ulular del viento, que es el efecto que acapara el protagonismo. Además del habitual piano, cada vez que nuestra estela pasa por una nueva flor, se reproduce una nota y se va construyendo una melodía como si de un xilófono se tratara.

'Flower' es un título que es difícil de calificar con una nota porque no ofrece una experiencia al uso. Cuesta 7,99 euros, es corto -seis niveles de unos 15 minutos cada uno- y es el jugador el que debe informarse de lo que va a encontrar y si quiere experimentarlo. Se trata de una experiencia sosegada, relajante y nada exigente desde el punto de vista de la dificultad. Una experiencia que merece ser, al menos, probada.