IBIZA, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
La asociación Ocio de Ibiza ha afirmado estar "totalmente de acuerdo" con la propuesta de Prou de impulsar un pacto por la sostenibilidad, aunque está "totalmente en contra" de las propuestas sobre ocio que la plataforma pone sobre la mesa.
La entidad ha recordado que desde hace años reclaman la implementación de una estrategia consensuada que permanezca en el tiempo, aunque ha lamentado que la plataforma Prou siga "abonada a las ocurrencias y su afición por la prohibición y el cierre de todo aquello que huela a turismo y ocio".
Según ha explicado Ocio de Ibiza en un comunicado, Prou ha asegurado que su organización nació para "defender y proteger" Ibiza "porque quieren vivir tranquilos" y, por esa razón, "claman para limitar el turismo, un sector que da de comer casi al 90 por ciento de las familias" de la Isla.
"Aseguran que lo suyo no es turismofobia, sino preocupación por la desenfrenada explotación que sufre la Isla", ha considerado Ocio de Ibiza, aunque, cuando pasan de la teoría a la práctica, sus propuestas "rezuman sectarismo".
El presidente de Ocio de Ibiza, José Corraliza, ha defendido la necesidad de tender puentes de comunicación con instituciones y plataformas sociales de Ibiza en busca de un turismo de calidad y de referencia internacional. Sin embargo, la Asociación ha lamentado la "obsesión" de Prou por la prohibición y el cierre de locales de ocio, algo que "raya en lo paranoico o delirante y suena a chufla", si no fuera porque la eliminación de este tejido empresarial supondría el despido de más de 40.000 personas.
"La letra pequeña de su propuesta en esta materia representa 25 años de pobreza, un cuarto de siglo de recesión y economía de algarrobas. Se ve que prefieren las palabras prohibir y cerrar en lugar de regular y crear", ha añadido Ocio de Ibiza.
Asimismo, han considerado que la propuesta de Prou es una "carrera sin control hacia la ruina de la Isla, es desperdiciar la riqueza acumulada por generaciones gracias a su esfuerzo, privaciones y dedicación. Es una pérdida del valor inmobiliario y patrimonial de los ibicencos, de posibilidad de crédito, por no hablar de la expulsión de quienes no tienen arraigo en la Isla".
