SON Estrella Galicia Posidonia 2018 destina parte de recaudación a conservar planta marina

               Posidonia Oceanica, Mediterráneo. Formentera
EUROPA PRESS

FORMENTERA, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Festival SON Estrella Galicia Posidonia 2018, celebrado entre los pasados 12 y 14 de octubre en la isla, ha destinado parte de su recaudación al proyecto Save the Posidonia Project, una iniciativa que busca conservar esta planta marina responsable del color turquesa de las aguas de la zona.

Precisamente, este viernes la isla de Formentera acoge el 'Posidonia Forum', organizado por el Consell Insular a través de las áreas de Turismo y Medio Ambiente. En la jornada, según ha explicado el Consell, participa el sector empresarial de Formentera, vecinos y administración, para trabajar hacia la sostenibilidad partiendo de un patrimonio natural como es la posidonia.

Así, se abordarán nuevos retos sobre la importancia de iniciar acciones para conservar la planta marina y alcanzar un desarrollo turístico sostenible que promueva el uso apropiado de los recursos naturales y culturales, entre otros, además de presentar el proyecto 'Posidonia Maps'.

La novena edición del festival SON Estrella Galicia Posidonia contó con la asistencia de casi 350 personas a un evento que aúna música, naturaleza y gastronomía durante tres días concebidos para ser disfrutados con calma, sin prisas ni aglomeraciones.

Lo único que sabía el público asistente era la presencia del chef Pepe Vieira, reconocido con una Estrella Michelín, que se ocupó de los momentos gastronómicos con la elaboración de ocho exclusivas recetas creadas para la ocasión en cuatro de los mejores restaurantes locales.

La primera jornada de la IX edición estuvo marcada por la actuación intimista de Lu Rois en el restaurante Blue Bar, cuyas dulces melodías --entre el folk y las baladas intimistas-- pusieron banda sonora a los últimos rayos de luz del día que caían sobre el Mediterráneo.

En esta atmósfera se ideó el primero de los momentos gastronómicos planeados por Vieira en colaboración con el equipo del citado restaurante, un menú en el que se fusionaba lo mejor de la gastronomía de Formentera con la tradición de la cocina gallega. Así, los asistentes degustaron platos creados exclusivamente para la ocasión como empanadillas de congrio, filloa con steak de vaca gallega o una reinterpretación del ya clásico bocadillo de calamares con emulsión de ajo negro y lima.

Posteriormente, en un guiño a las fiestas del Pilar, que se celebraba ese 12 de octubre, el público se dirigió a El Pilar de la Mola, un pueblo de Formentera situado en la parte más alta de la isla donde, al caer la noche el desenfreno, la diversión y la pasión de los holandeses Jungle by Night pusieron el broche final del día a ritmo de krautrock, dance, jazz y afro en un ambiente de verbena. Antes de comenzar este concierto, se guardó un minuto de silencio por las víctimas de las inundaciones en la vecina isla de Mallorca.

La naturaleza marcó el inicio de la segunda jornada a través de una serie de 'walkabouts' por los parajes más emblemáticos de Formentera como El Parque Natural de Ses Salines, en concreto, los de la playa de Ses Illetes y en Can Marroig; el Camí de Sa Pujada y los acantidlados del Cap de Barbaria, con el fin de redescubrir la historia, fauna y flora de la isla.

Así, por ejemplo, los visitantes del Parque Natural de Ses Salines conocieron de la mano de la bióloga Lara Seguí y la guía María Elena Ribas los secretos de este enclave natural, declarado Parque Natural en 2001, y cuyo territorio abarca casi 3.000 hectáreas terrestres y 13.000 marinas, que se extienden por el sur de Ibiza y el norte de Formentera, ocupando también el brazo de mar que las separa.

Como indicó Seguí, la zona es todo un ejemplo de la riqueza de la biodiversidad mediterránea que engloba un conjunto de hábitats terrestres y marinos, y cuenta con cerca de 210 especies de aves censadas -- está declarado Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPAS)-- entre las que se encuentran flamencos, chorlitejos patinegros, la gaviota de Audouin, la pardela balear o zampullines cuellinegros, entre otras especies.

Por su parte, Ribas relató sus vínculos con el Parque, en el que había huertos en los que su padre trabajaba, así como el proceso de producción y recolección de una sal de gran calidad para cuya extracción se necesitaban calcetines ya que el producto es sumamente cortante.

Pero, sin lugar a dudas, lo que más cautivó al público y a cualquier visitante de Formentera fue el color turquesa de sus aguas transparentes, característica de cualquier zona de la isla y en especial de Ses Illetes. Esto se debe a la presencia de la pradera de Posidonia Oceánica más grande del Mar Mediterráneo, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999.

PEQUEÑAS SELVAS EN MINIATURA

Según explicó la bióloga, aunque viva en el agua, la posidonia no es un alga sino una planta con raíz, tallo y hojas, capaz de producir grandes cantidades de oxígeno fundamental para la vida de algas, esponjas y peces. De este modo, se asemejan a pequeñas selvas en miniatura que crean hábitats donde gran cantidad de especies encuentran el lugar idóneo para vivir.

Cuando florece, sus restos fuera del agua son capaces de crear arrecifes que se extienden paralelos a la costa y mantienen el equilibrio del litoral, al proteger la costa de la erosión al amortiguar y reducir el oleaje; y permitir que se depositen las arenas más finas que forman playas y dunas.

Rita Braga puso música a las explicaciones de las expertas de este 'walkabout', como también lo hicieron Roxana Mouriño, María José Cardona y Fos en sus respectivos itinerarios. Tras una tarde de descanso, al caer la noche llegó otro de los platos fuertes musicales del evento: el grupo Papaya, liderado por Yanara Espinoza, y el soul de Noah Slee precedieron a un fin de fiesta marcado por Esteban y Manuel, en una sucesión de actuaciones en El Caminito, otro de los locales típicos de la isla.

Sin embargo, el festival, que sigue los pasos del Festival Sinsal SON Estrella Galicia que se celebra en la Isla de San Simón (Redondela, Galicia) desde hace nueve años y que no desvela los artistas que participantes hasta que el público desembarca en el destino, aún guardaba un as en la manga con la jornada del domingo: la estadounidense Hannah Epperson quién, acompañada de su violín, llevó su melodía a las playas de Migjorn ante un público más que satisfecho por la experiencia.

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