Chulapas en las fiestas patronales de Madrid en honor a San Isidro Labrador.
GETTY - Archivo
Actualizado: martes, 14 mayo 2019 13:28

   MADRID, 14 May. (EDIZIONES) -

   Madrid se viste ya con parpusas y mantones de manila. Chulapas, 'gatos' y castizos toman las verbenas y las calles, desde Las Vistillas a la Pradera de San Isidro, para disfrutar durante esta semana de las fiestas más castizas y celebrar por todo lo alto la festividad de su patrón.

   En el Café Comercial (Glorieta de Bilbao, 7) el miércoles celebran al patrón madrileño y de los agricultores para empezar la jornada saboreando unas rosquillas tontas o listas, barquillos y churros con un café o chocolate caliente. Para los que prefieran el momento aperitivo está la opción de degustar un vermú de la casa, acompañando tapas como gildas, oreja a la plancha, ensaladilla rusa, patatas bravas con ali oli de madroño o mejillones tigre. Y para los que opten por comer, nada mejor que saborear unas mollejas a la plancha, canelón de rabo de toro o callos a la madrileña.

   En Dingo (Calle de Velázquez, 47 y Paseo de Recoletos, 14) apuestan por conmemorar San Isidro con una hamburguesa, elaborada con carne de rabo de toro estofado en su propio jugo con setas, y acompañada con patatas fritas artesanas y ensalada de col.

   En el barrio de Malasaña, Taberna Los Delgado (La Palma, 63) han diseñado un menú donde el cocido madrileño es el hilo conductor en unos platos con mucho rollo donde se podrá degustar desde un caldito de cocido con hierbabuena, buñuelos de queso de cabra, rollitos de cocido madrileño con su sopa reducida y agridulce, mientras que de plato fuerte elegir entre un 'solomillo del carnicero', marinado y asado con su salsa y verduritas o pollo de Las Landas con pepitoria agridulce y calabaza asada; y de postre una tarta de queso hecha de con requesón de la sierra de Guadarrama y con huevos de corral.

  Para los que buscan sorprenderse con cada bocado, el chef Aurelio Morales, que cuenta con una estrella Michelin en su restaurante Cebo (Carrera de San Jerónimo, 34), rediseña una serie de platos castizos, que estarán maridados con champán Bollinger, como el huevo pepitoria y ave escabechada, croqueta de callos, una oreja brava, el arroz a 'la madrileña' y el jarrete de vaca de Guadarrama y ropa vieja, para poner el broche con el cruni de cítricos y la tarta de limón y violetas de Madrid.

   Los que quieren degustar rabo de buey de forma diferente deben visitar Rocacho (Padre Damián, 38), donde sorprenden a sus comensales con sus jornadas de rabo de buey de El Capricho, madurado durante un mínimo de 120 días, con tres innovadoras propuestas como son las gyozas de rabo de buey, lasaña de pasta filo con espuma de setas y crujiente de parmesano y rabo de buey deshuesado con puré de patata agria trufada.

   Para los que apuestan por la fusión en Mawey Taco Bar (San Bernardo, 5 o en Olid, 6) se puede saborear unas mollejas de ternera salteadas y enchipotladas o unos 'mexicallos', una versión que mezcla los típicos callos de Madrid, con el chile chipotle y cascabel.

   En Latasia (Paseo de la Castellana, 115) la original apuesta para San Isidro es el 'siu mai' de rabo de toro con mole poblano, que se sirve dentro de obleas de masa de wonton y se sirven con salsa, cebollino y un crumble de kikos para aportar un punto de dulzor y crujiente.