PARÍS, 14 May. (Reuters/EP) -
Oficiales de la Policía china se unirán a sus colegas franceses para patrullar las principales atracciones turísticas de París este verano. Esta medida se enmarca dentro de la estrategia de Francia para atraer más visitantes chinos y aumentar sus ingresos.
Francia recibe cada año a más de 1,4 millones de turistas chinos y ve la duplicación de ese número como una manera de reducir el déficit comercial en unos 2.000 millones de euros. Cada visitante chino gasta una media de 1.500 euros y, según informan los medios franceses y chinos, se han convertido en el principal objetivo de los atracadores.
"Los detalles sobre estos policías chinos no se han cerrado, pero deberían llegar en junio", ha dicho una fuente del Ministerio del Interior. "Es más una presencia simbólica que de seguridad", ha añadido.
La economía francesa tocó suelo el año pasado y, aunque se espera un crecimiento gradual durante este año y el siguiente, el Gobierno del presidente francés, François Hollande, ve en el creciente turismo y en el comercio una oportunidad vital para reducir la tasa de desempleo, estancada en el 10 por ciento. El ministro de Exteriores, Laurent Fabius, ha convertido la mejora de las relaciones económicas con China en una de sus prioridades y este fin de semana se ha embarcado en su octavo viaje a Pekín, desde que accedió a su cargo en 2012.
A Fabius le fue encargada en abril la tarea de reducir el déficit comercial, desarrollar el negocio exterior y aumentar los ingresos procedentes del turismo, entre otras responsabilidades. "El turismo es uno de los sectores donde podemos crear empleo", aseguró Fabius en una entrevista en televisión este martes.
TURISTAS CHINOS
Los turistas chinos son el segundo grupo de visitantes más numerosos en Francia, después de los estadounidenses. Para impulsar y aumentar el turismo chino en Francia, el ministros de Exteriores ha reducido el tiempo de aprobación del visado a 48 horas. Gracias a esta medida el número de solicitudes se ha incrementado un 40 por ciento.
Sin embargo, las asociaciones de turismo chino han denunciado que sus ciudadanos se han convertido en el principal objetivo de los carteristas en París, por la creencia de que ellos llevan más dinero efectivo que otros turistas. Por su parte, Fabius ha asegurado que los policías "garantizarán la seguridad" y ha recordado que "a ellos les encanta Francia, pero Francia debe acogerlos bien". "Traen mucho dinero en efectivo, por lo que tiene que haber seguridad y debemos encargarnos de garantizarla", ha añadido Fabius.
El déficit comercial de Francia alcanzó en 2011 la cifra récord de 74.000 millones de euros, pero ya se ha reducido hasta los 61.000. A pesar de esta mejoría, la balanza comercial negativa es uno de los signos más evidentes de la pérdida de competitividad de las compañías francesas en los mercados internacionales.
El presidente chino, Xi Jinping, visitó París en marzo para conmemorar los 50 años de relaciones diplomáticas entre los dos paises. El reconocimiento de la República de China por Francia en 1964, antes que muchos otros países occidentales, forma parte de la petición de París de una relación especial. Sin embargo, Francia se coloca por detrás de Alemania en el número de importaciones desde China; un 1,2 por ciento de Francia frente al 4,8 de Alemania.
