Algarve al vino

Playa de Lagos (Portugal)
CEDIDA
Forte Ponta de Bandeira en Lagos (Portugal Playa de Lagos Mirador de Foia (Portugal) Calles en Caldas de Monchique (Portugal) Caldas de Monchique Albufeira (Portugal) Puerto de Portimão (Portugal) Chimenea típica del Algarve
Actualizado: viernes, 13 junio 2014 14:19

Por Marta Imízcoz

Algarve, la región sur de Portugal, estrena cuatro increíbles rutas del vino de cara al verano, donde el visitante podrá disfrutar y aprender sobre los caldos lusos y admirar paisajes de una belleza inigualable justo al lado de nuestro país.

Las rutas siguen los recorridos de las cuatro denominaciones de origen de Algarve: Lagos, Portimão, Lagoa y Tavira, y entremezclan los mejores vinos con su cultura y la gastronomía tradicional, generalmente protagonizada por los dulces.

La ubicación privilagiada de la zona, justo entre las costas atlántica y mediterránea, aporta un particular sabor y aroma a estos vinos que ya han empezado a despertar el interés de expertos de todo el mundo.

NAVEGANDO EN LA REGIÓN DE LAGOS

La región de Lagos es una de las bellas del Algarve, con sus aguas turquesas que hacen del baño un auténtico placer y sus construcciones arquitéctónicas nos devuelven a tiempos pasados de gran esplendor para la corona portuguesa.

Además es la cuna del explorador portugués Gil Eanes, que superó en Cabo Bojador, en la región de el Aaiún, en Marruecos, que hasta entonces era considerado hogar de monstruos marinos, debido a la gran cantidad de barcos que se perdían allí.

Dentro de su arquitectura destacan la iglesia de Santo Antonio, cuya simple fachada esconde un bello retablo barroco cubierto todo él de oro y cuyos detalles dejarán al turista sin habla.

También el Castillo de Gobernadores es una visita obligatoria en Lagos, se trata de una alcazaba islámica del siglo XIV que después de la conquista cristiana fue utilizada para alojar a los gobernadores de Algarve durante el siglo XVII,además justo enfrente se sitúa el Fuerte da Ponte a Bandeira, considerada un ex-libris de fortificaciones marítimas de la antigua Plaza de Guerra de la localidad.

Ya en el Monte Casteleja podremos degustar sus delicados vinos, acompañados del típico Don Rodrigo, un dulce de higos y almendras que puedes encontrar en cualquier confitería de la ciudad, para terminar nuesto recorrido en la Playa do Camilo, una de las dies playas "maravillosamente únicas", según TripAdvisor.

PORTIMÃO, RELAX Y DISFRUTE

Si hay una ruta para los visitantes más exquisitos, esa es la ruta do Arade, que sigue la ribera del río hasta Portimão, ya sólo en su nacimiento, en Fóia, encontramos un bellos mirador natural a 902 metros de altitud que permite tener unas excelentes vistas del Atlántico y el Algarve.

En Caldas de Monchique el placer viene por partida doble, por un lado, en las 'Aguas Sagradas', cuyas propiedades teraéuticas se conocen desde el Impreio romano, y por otro, por el delicioso 'Bolo do Tacho', un enorma pastel típico de la fiesta del primero de mayo con canela, chocolate, café y miel.

Muy cerca de allí, disfrutaremos de una cata de varios de los caldos de la bodega Quinta do Francês y continuaremos nuestro recorrido hasta Portimão,donde podremos visitar la bella Fortaleza de Santa Catarina y algunas de las playas más bellas del país, donde poder realizar subarinismo o paseos en barco.

Para ponerle punto final, la visita a la Quinta de Morgado da Torre para degustar sus espectaculares vinos resumirá la esencia de un viaje llego de contrastes y de sensaciones nuevas.

LAGOA Y TAVIRA AL BORDE DE LOS ACANTILADOS

En las dos últimas rutas los turistas podrán disfrutar de bellas vistas del borde de impresionantes acantilados, cuyo pasado marinero permanece vivo gracias a las muchas aves que anidan en las cuevas y en los faros, ya abandonados.

En Lagoa, además podremos conocer el pasado árabe de Portugal, comencando en la Iglesia de Nossa Senhora da Conceiçao desde cuyo atrio se ve la desembocadura del río Arade, cuyo camino continúa hasta el Faro da Ponta de Altar, donde las cuevas a los pies del acantilado sirven de alojamiento a gran variedad de aves.

A lo largo del camino tendremos la oportunidad de probar los diversos dulces de almendras y quesos de higos de la zona, que acompañaremos con el vino de la Quinta dos Vales.

Continuando con la ruta, llegamos al castillo de Silves, declarado monumento nacional en 1910, y que es uno de los más grandes de Portugal. Además, la catedral de Sé de Silves es uno de los templos de la arquitectura gótica, pese a ser en su origen una mezquita árabe, reconvertida después de la reconquista cristiana.

Para finalizar la ruta, no hay mejor forma de refrescarnos que una cata en la Quinta Mata-Mouros, que además posee unas bellas instalaciones que merece la pena visitar.

Por otro lado, en Albufeira, no podemos olvidar recorrer alguna de las playas el pie de lso acantilados y atravesar el Arco de Travessa de la Iglesia Vieja, claro ejemplo de la arquitectura árabe y que dirige al viajero a la Playa de los Pescadores, una playa con un gran patrimonio natural y cuya excelencia en limpieza y accesibilidad le ha hecho ganar su bandera azul correspondiente.

En la Quinta de Vinha podremos probar sus vinos, acompañados con los dulces farrobitos de la región ,los cuales se hacen, según la tradición "con una gran variedad de productos de la región", principalmetne, algarroba, naranja y almendra. Sin olvidar acercarse a Olhos de Agua para probar los olheiros y en cuya playa se encuentras nacimientos de agua dulce, dando lugar a los curiosos "ojos de agua" en la arena que le da nombre a la localidad.

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