MADRID, 3 Feb. (EUROPA PRESS) -
El superávit del sector turístico y de viajes suma 38.699 millones de euros en los once primeros meses de 2018, lo que supone una caída del 0,9% con respecto al mismo periodo del año anterior, 345 millones de euros menos, según se desprende de los datos de la balanza de pagos del Banco de España, recogidos por Europa Press.
Este balance refleja el retroceso registrado en julio (-6,1%), en agosto (-1,7%) y en septiembre (-6%) durante la temporada de verano, en un año en el que España cerró su mejor año turístico con récord de visitantes internacionales rozando los 83 millones de turistas (+1,1%) y en gasto con 89.856 millones (+3,3%).
Este resultado es consecuencia de unos ingresos de 59.095 millones de euros, un 3,4% más, con una mejora de 1.928 millones de euros derivados del gasto turístico extranjero que revierte a España y de unos pagos de los españoles al exterior de 20.396 millones de euros, un 12,5% más.
Los ingresos por turismo reflejados en la balanza de pagos se refieren al gasto de los turistas extranjeros que revierte a España y no incluyen, por tanto, el gasto realizado en el origen, por ello difieren.
El gasto medio por turista que visitó España alcanzó los 1.086 euros en 2018, un 2,2% más que en 2017, mientras que el gasto medio diario se incrementó un 7,4%, hasta los 146 euros.
DESACELERACIÓN.
El sector turístico en España encadenó en 2018 nueve años de crecimiento, obteniendo un récord en facturación de 142.000 millones de euros, tras batir nuevo récord, lo que propició 50.000 nuevos empleos.
No obstante, la industria turística se encuentra en un momento de estabilización, especialmente causado por la recuperación de los destinos competidores, que consiguieron recuperar 12,5 millones de turistas. Por primera vez el sector creció por debajo de la economía nacional, lo que no se producía desde el año 2009 (con una estimación del 2%, según el 'lobby' turístico Exceltur, frente al crecimiento del 2,5% del PIB dato adelantado).
El Banco de España ya había advertido de que una prolongación en la tendencia de desaceleración del turismo no residente hacia España, que supone el 60% de la actividad del sector en parte por la recuperación de destinos competidores, también ha influido la situación política en Cataluña a raíz del 'procés' y el 1-O.
Y es que los ingresos por turismo y viajes en la balanza de pagos comenzaron el año marcando una senda de crecimiento pero con valores inferiores a los primeros meses de 2017, con lo que la rúbrica de pagos por turismo minora algo el ritmo acelerado registrado el pasado año. Eliminando el efecto calendario y estacional la media es un incremento del 4%, un tono desacelerado en relación a los años 2016 (+11%) y 2017 (+8,5%).
