Actualizado 26/02/2009 23:21

'21 Días' sin comer

Cuatro

MADRID, (OTR/PRESS)

Primero fueron '21 días' viviendo en como un indigente y ahora, Samanta Villar pasa 21 días sin comer. Cuatro emite el segundo capítulo de '21 Días', programa en el que la periodista Samanta Villar vivirá en su propia piel la realidad de las personas que sufren algunos de los diversos trastornos ligados a la conducta alimenticia. La periodista dejará de comer durante tres semanas, siempre bajo supervisión médica, para explorar los cambios físicos y psíquicos que sufre su organismo.

En el programa, Samanta convivirá con personas que padecen enfermedades como anorexia o bulimia. Lo hará metiéndose en su piel con un objetivo: comprenderles mejor sin juicios, sin prejuicios, con una mirada limpia. La periodista seguirá un riguroso control médico desde la Unidad de TCA (Trastornos de la Conducta Alimentaria) de un hospital madrileño. Esta Unidad, dirigida por la doctora Rosa Calvo, realizará pruebas para ver qué cambios sufre Samanta después de 21 días, viviendo 24 horas al día en ayuno.

La doctora que hará el seguimiento a Samanta le advertirá de lo peligroso de su experiencia: el riesgo es muy alto porque algo podría cambiar en su cerebro y degenerar en una anorexia nerviosa. Es más, unos días después de someterse a esa experiencia, Samanta comienza a desarrollar conductas asociadas a la enfermedad. Samanta se marea, se asusta y termina llorando sin saber muy bien por qué.

Los resultados tras esos duros 21 días comienzan a ser graves: obsesión y distorsión de su propia imagen, falsa seguridad en sí misma, altos niveles de ansiedad e incapacidad para reconocer los síntomas del inicio de un trastorno que podría derivar en grave. Es en ese momento cuando la doctora que sigue su evolución recomienda a Samanta que dé por finalizada su experiencia.

En esta experiencia, Samanta se encontrará con casos impactantes. En Ciudad Real conocerá a Pilar, una mujer de 33 años ingresada por tercera vez en la unidad de TCA de una clínica. "No encuentro un motivo para salir de la enfermedad. Me planteo quitarme la vida pero no encuentro el valor necesario", son algunos de sus pensamientos desde que empezó a sufrir esta enfermedad. El problema, sabe, está en ella, por lo que tiene miedo de dejar la unidad.

Por otro lado, Samanta también recorre la Unidad de Psiquiatría de un hospital de Córdoba, donde asiste a un grupo de terapia para adultos. Cada uno tiene una historia que contar. Por ejemplo, Carmen, una paciente de 34 años, casada y con dos hijos de 9 y 4 años, cuya obsesión es vomitar la comida. Miguel, su marido, está al límite. Pero, a pesar de la dureza de la enfermedad, hay mucha gente que consigue plantar cara al problema. Es el caso de Inma, que a sus 23 años ya lo tiene casi superado. Su madre llora mientras cuenta el día en que casi se muere su hija en sus brazos.

El primer programa de '21 Días' en el que Samanta vivió en la calle durante tres semanas con el objetivo de mostrar el duro día a día de los indigentes, enganchó a 2.280.000 espectadores, un 16,8% de cuota de pantalla.