Actualizado 24/04/2007 22:05

Doble desenlace de tramas en 'Los hombres de Paco' (Antena 3) y 'Hospital Central' (Telecinco)

MADRID, (OTR/PRESS)

Los seguidores de la ficción nacional, da igual que prefieran policías que médicos tienen doble motivo para alegrarse. Dos de las más potentes series de nuestra televisión cierran trama, si bien no temporada. Por un lado, después de muchos capítulos, 'Los hombres de Paco' sabrán toda la verdad con el desenlace de 'El caso Uriarte'. A su vez, la mini-trama destapada en 'Hospital central' entre las actrices Emma Suárez y Julieta Serrano llegará a su fin después de tres capítulos.

En el nuevo episodio de 'Los hombres de Paco', Tomás, alias 'Castresana', ha quedado tetrapléjico tras recibir un balazo durante su detención. Su hijo Lucas acude a visitarlo al hospital y le reprocha su mal comportamiento. Cuando ambos comienzan a acercarse y Lucas se plantea perdonar a su padre, Tomás le pide que desconecte los aparatos que le mantienen vivo.

Después de tres días desaparecido, ha sido encontrado el cadáver de Pacheco. El agente de asuntos internos ha muerto a manos de Escobar, su compañera, pero nadie sospecha de ella. Por otra parte, Sara afirma que vio a Escobar disparar contra el padre de Lucas durante su detención con intención de matarlo. Todos piensan que la joven desvaría a causa de los celos que siente por la relación que Lucas ha iniciado con la policía.

La cara más divertida de la serie llegará, una semana más, con el policía novato de la comisaría. Povedilla escucha, sin proponérselo, una conversación entre Rita y Ruth. En ella, la policía le cuenta a la psicóloga de la comisaría que ha tenido un sueño erótico en el que Povedilla ejercía el sadomasoquismo con ella. Ruth trata de quitarle importancia al asunto pero Povedilla se queda estupefacto. El policía becario intentará satisfacer torpemente los sueños de su chica.

En el capítulo En 'Dudas, decisiones... y pescado fresco' de 'Hospital Central', Blanca está ingresada en el hospital y ha dejado sola a su madre en casa con la excusa de un viaje de trabajo, pero un pequeño accidente doméstico le lleva también a ingresar en el Central donde la anciana no deja de lamentarse de todo lo que le ocurre y se queja de su hija, que la ha dejado sola y no se ocupa de ella.

Tras comprobar la levedad de lo que le ha ocurrido, los médicos deciden contarle la verdad sobre el estado de salud de su hija. Esta situación, lejos de mejorar su actitud, le empeora aún más y le sumerge en su pesimismo. Pilar va a ver a Blanca completamente hundida y es su propia hija la que intenta animarla.