Actualizado 30/05/2018 18:57

Javier Gutiérrez y Malena Alterio se enfrentan al poder catártico de la paternidad en la 2ª temporada de Vergüenza

Javier Gutiérrez y Malena Alterio en el rodaje de Vergüenza
MOVISTAR+

MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -

Tener un hijo te cambia la vida. Y tal es el poder catártico de la paternidad, que puede conseguir que incluso Jesús, el impresentable protagonista de Vergüenza, intente ser mejor persona. Así lo aseguran Javier Gutiérrez y Malena Alterio, protagonistas de la inclasificable y premiada comedia de Movistar+ que ultima ya el rodaje de su segunda temporada.

Seis nuevos capítulos que todavía no tienen fecha de estreno y en los que Jesús y Nuria, Nuria y Jesús, esa extraña, bochornosa pero a ratos también adorable pareja, se enfrenta al reto de ser, al fin, padres. Una nueva etapa en sus vidas que encaran armados con su incomparable y sonrojante forma de entender la vida e interactuar con quienes les rodean.

Así, la paternidad "y cómo se desenvuelven ante ella dos personas tan propensas al bochorno, a la vergüenza ajena y a meterse en situaciones embarazosas" será el "conflicto central" de la nueva temporada, apunta Gutiérrez en una entrevista concedida a Europa Press durante una pausa del rodaje de la serie que tiene lugar estos días en las afueras de Madrid.

Una segunda temporada en la que, después de cumplir "su sueño de ser madre" -algo por lo que peleó insistentemente, tal y como reconoce la propia Alterio- Nuria se tendrá que enfrentar a una "tremenda papeleta": cuidar de un hijo mientras lidia con una pareja como Jesús. "Se le da la vuelta a la vida", reconoce la actriz que adelanta que, aunque la pareja se lleva algo mejor con la responsabilidad compartida de la paternidad, en los nuevos capítulos "volverán a meter la pata cada uno por su lado... y juntos".

SIEMPRE PODRÍA SER PEOR

La llegada de un hijo implica nuevas situaciones y retos para Jesús y Nuria que, entre otras novedades, se verán obligados a tratar con otros padres. En este sentido, esta segunda temporada incorpora a otras dos parejas, formadas por Marta Nieto (Andrea) y Jaime Zatarín (Guillermo) y Pol López (Ramón) y Teresa Cuesta (Vanessa), que serán dos espejos en los que Nuria y Jesús se mirarán constantemente. Los primeros son padres "sofisticados, guapos y zen", esa pareja genial que les gustaría ser. Los segundos son dos padres ordinarios y maleducados que les recuerdan en qué podrían convertirse si siguen por el mismo camino.

"Nosotros estamos en el punto medio de las dos parejas. Unos son los que aspiramos a ser y los otros a los que no queremos parecernos", apunta Alterio que coincide que Gutiérrez en señalar que, por el bien de su hijo, sus personajes se esfuerzan en intentar ser "más normales". "Jesús y Nuria quieren ser como los demás y parecerse a la gente que les rodea", insiste el actor que adelanta que ahora que la serie y su público "tienen muy claro el tono" y "está todo muy definido y asentado" sus personajes pueden evolucionar hacia otros lugares.

"Sigue teniendo ese tono singular que invita a la risa, a la incomodidad y al sonrojo, pero es una segunda temporada menos propensa a los gags y a situaciones tan radicales", resume Gutiérrez. Un diagnóstico que suscriben Álvaro Fernández-Armero y Juan Cavestany, creadores y directores de Vergüenza.

COSTUMBRISMO CON "HACHAZOS"

"Hemos querido cuidar más a los personajes y no forzar tanto la máquina para no llegar a situaciones tan extremas. Tenemos que llegar ahí, pero a través de la historia de los personajes", señala Fernández-Armero que define estos nuevos capítulos, que ya estaban prácticamente escritos antes de que Movistar+ estrenara la primera temporada, como un "relato más costumbrista sobre la vida de Nuria y Jesús y su nuevo entorno de relaciones como padres... pero cuando lo estás viendo y menos te lo esperas llega el hachazo".

Y es que el reto de esta nueva etapa era "cómo hacer más con los personajes" incluso en menos capítulos. Y todo ello sin perder el espíritu y ese tono singular que hicieron a Vergüenza una comedia de éxito.

"Nuestro planteamiento fue cómo seguir dando más de lo mismo, pero a la vez ir a otro sitio", afirma Cavestany que subraya que "si la primera temporada era una exploración, algo más como una aventura", esta segunda tiene "un arco más sólido y ambicioso" con más argumento, más personajes y una "tensión más modulada". "Pero que la gente no se relaje porque va seguir viendo cosas tremendas", avisan.