MADRID, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
La segunda temporada de Westworld llega a su fin. 'El pasajero' es el título del décimo capítulo de esta nueva tanda en la que Jonathan Nolan y Lisa Joy desarrollan y retuercen aún más el universo salido de las Almas de metal de Michael Crichton y en el que resuelven algunas incógnitas, pero sin dejar de exigir mucha atención y mucha confianza al respetable bajo la promesa de que, al final, todo cobrará sentido.
"En HBO nunca nos piden que rebajemos el nivel de complejidad, no nos piden que la serie sea más sencilla, que la hagamos más ligera o más divertida", afirma Nolan que junto a Joy pasó por Madrid para presentar el final de temporada en un evento organizado por HBO España y en el que, tras el visionado del capítulo de hora y media de duración, mantuvieron un coloquio con los asistentes.
"Siempre quise hacer películas que me hicieran reflexionar sobre su trama, que me hicieran pensar (...) Mi primera película iba de atrás hacia adelante... así que creo que desde entonces todo lo que hago es más sencillo", dice Nolan en referencia a Memento, el filme dirigido por su hermano Christopher, con el que ha colaborado en los guiones de filmes como El truco final o Interstellar.
EL GRAN RETO DE WESTWORLD
Westworld, reconoce, supuso también un reto para él como creador ya que no había trabajado nunca con una historia que implicara tantas tramas y personajes diferentes. "La marca característica de HBO son estas historias corales, como The Wire o Juego de tronos, y yo nunca había trabajo con narrativas de este formato. En la primera temporada ese fue el gran desafío", dice Nolan.
Una estructura que, en su buscada complejidad, permite algunos "lujos" a sus creadores, tal y como revela Lisa Joy. "Es un lujo trabajar con ese tremendo elenco de actores y es un lujo intimar con personajes concretos para fijarse en los detalles más sutiles", dice la guionista que señala que esta segunda temporada, que definen como "una película de diez horas y media", se ha movido entre dos tipos de capítulos: unos corales con mucha acción y otros "más intimistas centrados en personajes concretos".
Eso sí, se niegan a elegir entre Dolores, Bernad, Maeve o El hombre de Negro a su personaje favorito. "Es como los hijos. Aunque tuvieras uno favorito... no se puede decir", confiesan.
Y aunque prometen que tienen muy claro el final de la serie y hacia donde se dirige -el desenlace está escrito, aseguran- animan a los fans a disfrutar del camino. Y es que, si están atentos y "guardan el móvil un rato", en él encontrarán muchas pistas y 'easter-eggs' dejadas allí a propósito que apuntan en la dirección correcta.
LAS PIEZAS DEL PUZZLE ESTÁN AHÍ
"Queremos jugar con el público, que se implique (...) No queremos tirar de la manta de repente en el episodio final. Vamos dejando las pistas durante toda la temporada y si las interpretan de forma correcta, llegarás a las respuestas antes de tiempo", dice Joy que asegura que a la hora de elaborar la serie prestan "mucha atención a los detalles" y saben que a su público "le gusta volver a ver cada capítulo para ir encajando las piezas del puzzle".
"Si hay tanta ambigüedad en ciertos pasajes es porque también intentamos imitar el interior de los anfitriones, que también tienen esas dudas, esta confusión", revela la guionista. En cuanto a la tercera temporada, Joy y Nolan se resistieron a dar detalles concretos más allá de prometer que será "muy diferente" de las dos anteriores y que planteará nuevos interrogantes que, prometen, también se resolverán en los próximos episodios.
"Siempre planteamos preguntas que se responden a lo largo de la temporada y también planteamos otras cuestones de cara a la siguiente", sentencia Nolan que entiende Westworld no como una serie que tenga que durar muchas temporadas, sigo "como una franquicia de películas, como las de Marvel por ejemplo" que cierra una trama en cada una de sus temporadas.
