MADRID,(OTR/PRESS)
El hábito no hace al monje y, en el caso de 'Caiga Quien Caiga', el traje no hace al hombre de negro sino su estilo. Buena prueba de ello es Leo Rivera, que en esta nueva temporada ha sustituido al histórico Arturo Valls y que no se había puesto un traje "desde la comunión". Sin embargo, para formar parte de la plantilla hay que tener "morro y velocidad" y de eso sí anda sobrado. La nueva entrega del ahora 'late-night' de Telecinco será curiosa: en lugar de regalar unas gafas, el programa recibirá unas, las de Fernando Alonso nada menos.
'Caiga Quien Caiga' arrancó con un gran reto: continuar su éxito entre semana y en horario de 'late-night'. Empezó con flojos resultados (12,3% de 'share' y 923.000 espectadores), luego pasó del martes al miércoles y poco a poco sus fans se fueron acostumbrando a la reubicación. Así siguió hasta que estableció un máximo(18,2% con 1.054.000) y fue líder de la franja nocturna. Tranquilidad, pues, en Telecinco y en el cuartel general de los hombres de negro. Más aún para Rivera, el nuevo presentador del espacio, que comenzó la etapa con una "gran responsabilidad".
"Morro y velocidad" -verborrea y agilidad mental, se entiende- son las dos cosas que hacen falta para ser un buen 'hombre de negro'. Él -confesó humildemente- no sabe si es dueño de ambas cualidades pero sí tiene pinta a tenor del buen ritmo del programa y lo bien que ha encajado en la mesa junto a Manel Fuentes y Juanra Bonet, con quienes hay "química", aseguró en declaraciones a los medios.
Eso sí, lo que no llevó tan bien al enterarse de su fichaje -al parecer una apuesta personal de Fuentes- es que tenía que enfundarse el uniforme del "caiga". "No me ponía traje desde la comunión. Me veo un poco raro, la verdad pero me iré haciendo a él", dijo. En cierto modo, "tiene su punto de 'Blues Brothers' (la mítica película protagonizada por John Belushi y Dan Aykroyd), bromeó Rivera.
