Actualizado 19/04/2007 22:10

'Los Simpsons', 20 años de fiebre amarilla

MADRID, (OTR/PRESS)

Homer, Marge, Bart, Lisa y Maggie recorren Springfield desde hace ya 20 años para sentarse en el sofá de su casa a ver la televisión. Dos décadas que han deparado cientos de capítulos, varias legislaturas presidenciales, cambios en la sociedad, en la tecnología, todo tipo de problemas y estereotipos y mucha crítica social a base de humor. Los personajes protagonistas que nacieron de la mente de Matt Groening son los mismos pero han sabido adaptarse al nuevo mundo que ha ido creciendo a su alrededor. Tal día como hoy, 19 de abril, hace 20 años nació la fiebre amarilla.

'Los Simpsons' es la comedia de situación eterna. Gusta a los niños, que no terminan de entender cosas como el sarcasmo, la ironía o las referencias sexuales de la serie, pero se divierten. Sin embargo, en esencia es una 'sit-com' de animación pensada y hecha para adultos, que refleja lo mejor y lo peor de la naturaleza humana en cada personaje al tiempo que repasa todos y cada uno de los problemas de la sociedad: la global y la estadounidense. Tiempo e intentos han tenido, en EE.UU. van por la temporada 18 y son ya más de 300 episodios.

El reparto no sólo no abandona la serie o envejece, sino que al ser una serie de animación, ningún tema o escenario se ha tenido que quedar fuera de los episodios por problemas técnicos o falta de medios. La familia Simpson han viajado a África, a Europa (Gran Bretaña, Italia, Francia...), Sudamérica (Brasil), Oceanía (Australia) y Asia (China y Japón). Los cinco continentes.

Además, 'Los Simpsons', arquetipo de familia americana media, se ha enfrentado a situaciones de todo tipo que han repasado todos los temas que preocupan a la sociedad: las drogas y su legalización -Homer se hace adicto a la marihuana terapéutica-, el acoso sexual -Homer es acusado por una universitaria-, el abuso escolar -Lisa y Bart tienen que lidiar con varios matones-, la cirugía estética -Marge se opera el pecho-, el rechazo social a la homosexualidad -en distintos episodios se ha tratado. También las bodas gays-, polémicas religiosas, el alcoholismo y, claro, la institución del matrimonio gracias a los problemas de Homer y Marge. Y son sólo algunos ejemplos.

Asimismo, los personajes de 'Los Simpsons' no han dudado en sacar los colores en más de una ocasión a los problemas que aquejan de forma especial a su sociedad, la estadounidense, como la posesión de armas -Homer compra un revólver y lo emplea de forma irresponsable- o la obesidad -tanto a través de Homer como de todo el pueblo-, por no mencionar continuas críticas a su sistemas penitenciario, de enseñanza y de sanidad, o su política internacional. En este sentido, los líderes políticos han sido diana para los dardos de la familia amarilla desde Bush padre, pasando por Bill Clinton hasta el actual presidente, George W. Bush. Ni siquiera Al Gore se quedó al margen y fue retratado como un hombre aburrido y con muy poca gracia.

REFLEJO DE LA SOCIEDAD.

'Los Simpsons' han cambiado mucho técnicamente, los dibujos han ganado en calidad y se han estilizado, pero no han envejecido un ápice. El mundo a su alrededor, sin embargo, sí ha evolucionado. En las primeras temporadas, por ejemplo, leían el periódico o veían películas en VHS. En las últimas tienen ordenador, navegan por Internet, ven DVDs y hasta la consola de videojuegos de Bart se parece sospechosamente a una Playstation. No tardarán en comprarse una tele de plasma, seguro. De hecho, este es el principal valor al que se agarra últimamente la producción, a la que se acusa de falta de originalidad porque pocos temas quedan por tratar, sino ninguno.

Sus rasgos característicos también han forjado la trayectoria de 'Los Simpsons'. Que fueran amarillos resultó extraño pero tanto se hizo el público a esta peculiaridad que luego lo raro era ver a personajes de otras series de animación para adultos, como 'Padre de familia', 'Futurama' o 'Padre made in USA', con epidermis de color carne. Pero hay más. Los 'gags' del sofá, todo un nuevo descubrimiento en cada nuevo capítulo, y, por supuesto, el elenco de secundarios. Poco a poco se fueron sumando decenas al reparto de la serie de tal forma que todos los estratos de la sociedad y todas las profesiones tienen su representante.

El jefe Wiggum (el policía sobrealimentado de EE.UU.), los doctores Julius Hibbert (la cara sanidad de pago) y Nick Riviera (médico de dudoso título pero barato), el dependiente Apu (inmigrante ilegal), Barney (alcohólico ocioso), Moe (tabernero), la familia Flanders (creyentes a conciencia), el reverendo Lovejoy (la, en ocasiones, interesada Iglesia), Rainier Wolfcastle y Troy Mclure (estrellas de cine), el director Skinner (atormentado veterano de guerra), Edna Krabappel (amnegada docente), el abuelo Simpson (la abandonada tercera edad), Smithers (Sumiso trabajador y gay avergonzado de su condición), el señor Burns (empresario sin escrúpulos)... son algunos ejemplos.

CARLOS REVILLA ERA HOMER.

Todos los "Simpsonfilos" tienen una espinita con las últimas temporadas debido al doblaje de Homer Simpsons. Durante años los españoles escuchamos al padre de la familia amarillo con la voz del genial Carlos Revilla -también K.I.T.T. en 'El coche fantástico'-, hasta que falleció en 2000. De esta forma, tomó el relevo en la temporada 12 Carlos Ysbert, nieto del popular actor José Ysbert, y aunque su labor es sobresaliente, tenía el listón muy alto. Como curiosidad, Ysbert ya había participado en el doblaje de la serie. Fue en 1991 poniendo su voz al servicio de George Bush padre.

Revilla no sobrevivió a la serie pero al paso que va ningún miembro del reparto de dobladores podrá hacerlo. Lejos de mostrar signos de acabar algún día, este 20 aniversario es el año de 'Los Simpsons'. Van 18 temporadas y, según recogió OTR/Press, el próximo 27 de junio se estrenará de forma mundial el que será el primer largometraje de la popular serie de animación. Además, la serie ha inspirado distintas colecciones de figuras de acción (la última, de hace apenas un año de la mano de la factoría McFarlane), peluches, pósters, camisetas, incluso hay una réplica turística de la casa de 'Los Simpsons' en Las Vegas y, por supuesto, videojuegos que también llegarán a las nuevas generaciones de consolas de la mano de EA.

'Los Simpsons' para muchos acusan cierta falta de frescura, pero es que son 20 años en antena con 18 temporadas y, en breve, un largometraje. 'Los Simpsons' beben de la sociedad, de sus estereotipos, sus problemas y, también, sus virtudes. Mientras la sociedad siga cambiando, y parece que así será, la serie de Matt Groening podrá existir. En este sentido, 'Los Simpsons' pueden ser eternos.