El Estado Islámico ha difundido un vídeo en el que muestra la supuesta decapitación del periodista estadounidense, James Foley, desaparecido en Siria hace casi dos años. La Casa Blanca se ha mostrado "horrorizada" y ha emitido un comunicado en el que asegura que los servicios de inteligencia están trabajando para verificar la autenticidad de esta grabación.