Cristina Fernández, la mujer que atendía al matrimonio de ancianos de Barakaldo (Bizkaia) que han sido asesinados por su hijo, policía municipal, quien después se ha suicidado, ha afirmado que "eran todos buena gente" y ha recordado que mantenía con los fallecidos "una relación familiar". Visiblemente emocionada y entre sollozos, ha dicho que el hijo acudía "todos los días" a ver a sus padres, debido a su delicado estado de salud.