Reabren la investigación a dos guardias civiles por no atender a una mujer que fue asesinada en Pollença

La sede del TSJIB y la Audiencia Provincial
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 25 mayo 2018 16:50

PALMA DE MALLORCA, 25 May. (EUROPA PRESS) -

La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Palma ha reabierto la investigación a dos guardias civiles por no atender a L.P., una mujer asesinada en el Port de Pollença (Mallorca) durante mayo del año 2016, presuntamente, a manos de su marido.

La Audiencia deja de esta manera sin efecto la decisión del Juzgado de Instrucción número 1 de Inca e amplía la investigación y pide la declaración a otros dos guardias civiles por si hubieran podido cometer un delito de denegación de auxilio.

Según se recoge en el escrito, el tribunal considera que el sobreseimiento del caso, en su momento, fue "prematuro y precipitado" porque aunque la investigación se ha seguido contra dos de los guardias no puede descartarse que "otros guardias hayan incurrido en responsabilidad".

Asimismo, consideran que los dos guardias civiles que la atendieron "indiciariamente desanimaron a la mujer a presentar la denuncia". "La dejaron desamparada y la desatendieron", indican.

"Si hubieran mostrado mayor interés" podrían haber conocido "una serie de datos" que les hubiera "permitido activar el protocolo de violencia de género", argumentan.

Según el escrito, la actuación de uno de los agentes "no fue para nada cuidadosa ni profesional". Además, señala que "tampoco tuvo interés" en hablar con el otro guardia de puertas que salió y que "debería de haber permanecido en su puesto" hasta la llegada de su compañero.

De esta manera, el tribunal considera que este mismo agente pudo "haber incurrido en dejación de funciones" pues no hizo caso de las indicaciones de sus compañeros que le trasladaron el "temor de la mujer a su marido", ni de que se quejaba de que este "ya la había agredido" y que temía que "pudiera volver a hacerlo" porque estaba en trámites de separación.

Los hechos ocurrieron en mayo de 2016, cuando L.P. fue asesinada con arma blanca en Port Pollença (Mallorca), presuntamente por su pareja, un varón de 58 años de nacionalidad rumana, que le asestó varias puñaladas en el pecho.

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