ALMERÍA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de tres años y diez meses de prisión para un joven de 23 años por "estampar" en el rostro de su ex novia un vaso de cristal durante una fiesta de Nochevieja en un pub de la capital y propinar, además, puñetazos y patadas en la cabeza a un desconocido que acudió a socorrerla y a recriminarle su actitud.
La sentencia del Alto Tribunal, a la que tuvo acceso Europa Press, desestima el recurso de casación interpuesto por la defensa del acusado, campeón de España de Kickboxing, según destacó el tribunal que lo juzgó, y comparte criterio de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, que "receló" del testimonio "sorpresivo" de algunos testigos "amigos suyos" sobre los que no se pudo constatar que presenciarán la agresión.
Señala, esta línea, que, sin estar en la instrucción del procedimiento, todos aseguraron en sala que "tenían interés en que ganase el pleito su amigo" y rechaza su declaración en favor de la que prestaron las dos víctimas y una amiga de la ex novia del acusado, y del testimonio que los forenses durante la práctica de la prueba pericial.
La Audiencia Provincial condenó al acusado como autor de dos delitos de lesiones por los que le impuso tres años y un mes de cárcel, y nueve meses, respectivamente. Le obligó, además, al pago de una indemnización 32.550 euros a su ex pareja sentimental, quien sufre como secuelas dos cicatrices en la parte derecha de la cara y de 2.300 euros a la obra víctima.
El ataque se produjo a las 07,00 horas del 1 de enero de 2007, cuatro meses después de que cesase la relación sentimental de casi dos años entre el agresor y la víctima. Ambos coincidieron en el interior de un local ubicado en la céntrica calle Marques de Comillas de la capital, lo que el acusado aprovechó para aproximarse a ella y felicitarle el año nuevo.
Como estaba con una amiga, según detalla la sentencia de origen, trató de llevarla a otro lugar. Ante su negativa, y sin mediar palabra, cogió un vaso de cristal y le golpeó con este en la boca, lo que le causó cortes en la zona derecha del rostro que tardaron en curar 74 días y por los que precisó intervención quirúrgica.
La otra víctima, quien no conocía de nada a la chica, al observar la agresión se acercó para recriminar al acusado, quien reaccionó dándole varios golpes con el puño hasta hacerle caer al suelo, donde continuó propinándole patadas. Rechazó el tribunal que actuase en legítima defensa ya que el chico no quería "en ningún caso" pegarle sino "defender" a la víctima y subrayó la "dispar complexión física" de ambos.
