Cádiz.- Ecologistas reclaman la comparecencia de Fuensanta Coves para explicar la muerte de tres águilas imperiales

Actualizado: sábado, 18 febrero 2006 19:12

CADIZ, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

Ecologistas en Acción reclamó hoy la comparecencia de la consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Fuensanta Coves, para que "explique públicamente" todo lo relacionado con la muerte de tres águilas imperiales en fincas de Jerez de la Frontera (Cádiz).

El colectivo también demandó que se investigue a los propietarios de las citadas fincas, según informó a través de un comunicado remitido a Europa Press, y que, "en el caso de que sean culpables, se clausure definitivamente el coto de caza y se les imputen las máximas penas que estipula el Código Penal".

A su juicio, "lamentablemente esta pérdida supone un duro golpe a la conservación de una especie en peligro crítico de extinción. Se trata de uno de los casos más graves de envenenamiento ocurridos en Andalucía en los últimos años".

Por ello, Ecologistas en Acción exigió igualmente "medidas ejemplares contra los responsables de este gravísimo delito ecológico. Hay que tomar medidas de forma urgente".

Además, Ecologistas en Acción ha iniciado las gestiones necesarias para que, "en el caso de demostrarse la culpabilidad del titular o trabajadores del coto, se puedan iniciar acciones legales contra ellos. También solicitamos que se extreme la vigilancia en los cotos cercanos a la áreas de reintroducción en la Janda".

El águila imperial ibérica es, según se precisó, "una joya ornitológica exclusiva de la península ibérica. Es la rapaz más amenazada de Europa y la cuarta más escasa del planeta. Esta especie se encuentra estrictamente protegida, estando catalogada como 'En peligro de extinción" --Catálogo Nacional de Especies Amenazadas-- y 'En Peligro Crítico de Extinción' en Andalucía, donde apenas hay 50 parejas en la marisma del Guadalquivir y algunos puntos de Sierra Morena".

Sin embargo, se lamentó que "de nuevo vuelva a ser la lacra del veneno el causante de la muerte de esta especie de tan alto valor ecológico. El uso de venenos es una práctica ilegal relacionada con la caza y permanentemente criticado y combatido por el movimiento ecologista. El objetivo de los envenenadores es exterminar a todos los predadores existentes en el coto".

Los ecologistas precisaron también que, a pesar de estar tipificado en el Código Penal como delito, el uso de veneno para el exterminio de fauna silvestre es "fomentado y apoyado todavía por un importante sector del mundo cinegético y ganadero, el 32,56 y 38 por ciento, según informes de la Estación Biológica de Doñana y la Consejería de Medio Ambiente".

Así las cosas, Ecologistas en Acción lamentó y denunció públicamente "que todavía existe la cultura, mejor dicho incultura, del alimañero, figura enraizada en el ámbito rural desde hace décadas, extremo confirmado por los datos reveladores de un estudio realizado en 2001 por la Estación Biológica de Doñana por encargo de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía".

"La gran mayoría de los cazadores y ganaderos encuestados admitían el uso de venenos para el control de predadores y justificaba su uso, independientemente de sus efectos negativos sobre la fauna silvestre protegida, y de la verdadera necesidad de controlar determinadas poblaciones de especies cinegéticas carnívoras, como zorros, meloncillos y águilas", entre otras.