Actualizado 15/01/2019 23:41

Toros, juventud y flamenco se unen en el 'Mano a mano' entre Ginés Marín y El Potito

Mano a Mano entre Ginés Marín y El Potito en la Fundación Cajasol de Sevilla
FUNDACIÓN CAJASOL

SEVILLA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

El matador de toros Ginés Marín y el cantaor El Potito han protagonizado este martes una nueva edición de los 'Mano a mano' de la Fundación Cajasol, en concreto la número 51 de estos encuentros culturales que se celebran en Sevilla desde 2007.

Esta cita ha abordado de nuevo la relación entre el toreo y el flamenco como tema central, aunque en ella se ahondó también en las trayectorias de Ginés Marín y El Potito, comprobándose que existen muchos y fuertes lazos entre ambas disciplinas. El encuentro fue conducido por el director de 'Toromedia', José Enrique Moreno.

Y es que el toro y el flamenco ya han servido de habitual hilo conductor de estos encuentros que, en su última edición, salvaron el frío meteorológico con su contrastado poder de convocatoria.

La admiración de Ginés Marín por la trayectoria de El Potito, de alguna manera, fue el germen de este nuevo encuentro que suponía la octava ocasión en la que se fusionaban ambas artes sobre el escenario de la Fundación Cajasol. Y fue Marín el encargado de abrir fuego evocando sus primeros compases en la profesión.

Sólo han pasado seis años entre su debut sin picadores y su irrupción en la primera fila del toreo, apuntó el moderador. "Cuando te metes en la vorágine de la profesión no lo ves tan rápido, te da la sensación de todo podría ir más aprisa", ha revelado el joven matador nacido en Jerez.

"Es que el toreo y el flamenco siempre han ido de la mano", ha replicado El Potito, aludiendo a algunos nexos comunes. "Camarón quiso torear pero vio mejor camino a través del cante", dice, en referencia a una manifestación cultural que es el hilo sonoro de la trayectoria del joven matador.

Marín ha apuntado que "el flamenco me gusta, lo disfruto y en los momentos malos me sirve de consuelo y en los buenos de disfrute", reconociendo que las horas de viaje de plaza en plaza son acompañadas de esa banda sonora. "También lo oigo toreando de salón; sin darnos cuenta, la música está presente en nuestra vida y ver las cosas sin sonido y sin compás es verlas desde otra perspectiva distinta", apunta.

"Cuando el toro entra en la muleta es como un cante por bulerías", ha apuntado por su parte El Potito. En ese punto salta un concepto común al toreo y el flamenco: el compás y el ritmo: "se pueden hacer las cosas muy bonitas pero si no tienes ritmo es como una casa sin cimientos", prosigue el cantaor, añadiendo que "es como un toro al que tienes que saber dónde lo citas y dónde lo paras".

Marín ha entrado al quite diciendo que "el compás tiene que estar presente en cada muletazo. No solo la faena necesita ese ritmo; cada toro te pide uno distinto y un debe saber acoplarse a lo que te pide en cada momento".

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