Un estudio de la Onubense revela que las reclusas extranjeras no detectan casos de racismo en la prisión

Actualizado: domingo, 27 junio 2010 13:10

HUELVA, 27 Jun. (EUROPA PRESS) -

Un estudio realizado por el departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Huelva sobre 'Las mujeres extranjeras en prisiones españolas' revela que en los centros penitenciarios el colectivo extranjero no detecta ni actitudes ni comportamientos racistas entre las internas de distintas nacionalidades, aspecto que las propias reclusas sí consideran que se produce fuera de la prisión.

Así lo explicó a Europa Press una de las investigadoras de este estudio, Joaquina Castillo, quien junto a Marta Ruiz, han realizado durante más de cinco años un trabajo de campo en las prisiones con módulos de mujeres de Huelva, Algeciras (Cádiz), Almería, Jaén, Granada, Alcalá de Guadaira (Sevilla) y Alhaurín de la Torre (Málaga), donde a través de entrevistas en profundidad han valorado de forma cualitativa la situación de las reclusas extranjeras.

De este modo, Castillo destacó que en las prisiones no se detectan casos de racismo por parte de las internas extranjeras, pero sí señaló que se forman guetos por nacionalidades. Así, por un lado estarían las reclusas españolas y por otro, las presas de otra nacionalidad que se agrupan por países. En concreto, precisó que en el caso de las presas españolas, "las presas de etnia gitana forman un grupo diferenciado".

El estudio pone de manifiesto que en las prisiones "más que la nacionalidad prevalece el estatus de la presa", indicó Castillo, quien además aseguró que otra de las conclusiones del estudio revela que las presas extranjeras cuentan con un nivel educativo y formativo superior al de las españolas.

"No sólo están más formadas, sino que además tienen hábitos más saludables y entre ellas no es frecuente el consumo de drogas", matizó la investigadora, que indicó que el consumo sí es habitual entre las presas de nacionalidad española.

No obstante, pese a que el consumo de drogas no es un aspecto a destacar entre las presas extranjeras, la mayoría de ellas se encuentran en prisión por delitos contra la salud pública.

Por otro lado, Castillo destacó que sí se producen problemas de convivencia entre las reclusas extranjeras y nacionales a causa de la diferencia educativa entre ellas. Para las internas internacionales es "complicado" la convivencia con las españolas y se quejan de sus modos, sus formas de hablar, y además éstas presentan demandas más específicas al centro penitenciario.

La investigadora remarcó que en las prisiones mixtas las mujeres, a diferencia de los varones, conviven en un único módulo sin diferenciar entre los distintos grados de clasificación, ni entre los diferentes tipos de presa.

En el análisis se refleja también que las reclusas, procedentes tanto de países desarrollados como en vías de desarrollo, tienen una visión positiva del sistema penitenciario andaluz, aunque en el estudio se propone la puesta en marcha de módulos diferenciados para las mujeres, como en el caso de los varones, al objeto de que estén separadas por categorías.

Por otro lado, Castillo puso como ejemplo el módulo de respeto, que se lleva a cabo en la prisión onubense, donde las reclusas han marcado las pautas de convivencia y "ellas mismas hacen respetar las normas". Estas normas de convivencia van desde la prohibición de fumar hasta criterios de indumentaria o vocabulario. "Todos, tanto las presas como los funcionarios, deben cumplir estas normas", matizó Castillo, quien puso en valor el trabajo y dedicación del educador, de los encargados del programa, así como el apoyo de la dirección del centro penitenciario a este programa.