HUELVA, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía ha localizado un total de 862 kilómetros de riberas fluviales que destacan por el estado "sobresaliente" de su vegetación, su riqueza ecológica o por el valor sociocultural y paisajístico en el conjunto de la provincia de Huelva.
Estos tramos fluviales, que se integran en el primer Inventario de Riberas Sobresalientes de Andalucía, han sido identificados mediante técnicas de teledetección y a lo largo de este año serán examinados mediante trabajo de campo, ascendiendo a 300.000 euros la inversión que la Agencia Andaluza del Agua destinará al proyecto, según indicó en una nota la Delegación del Gobierno andaluz en Huelva.
De forma desglosada y teniendo en cuenta que un mismo tramo de ribera sobresaliente puede reunir los requisitos de más de una de las tres tipologías estudiadas, en la provincia onubense el inventario localiza 621 kilómetros de riberas por el buen estado de su vegetación; 33 kilómetros por su valor ecológico, según la función configuradora de ecosistemas de las riberas, y 32 kilómetros y ocho puntos singulares por el valor sociocultural y paisajístico de la ribera, un criterio basado en las infraestructuras hidráulicas consideradas patrimonio histórico, la vinculación de las poblaciones a los ríos y las características paisajísticas.
Asimismo, de los 4.623 kilómetros de riberas calificadas como "sobresalientes" en toda Andalucía, más de 500 cumplen los requisitos de más de una tipología de las analizadas, por lo que se convierten en los tramos de máximo valor en la comunidad autónoma. Una vez concluidos los trabajos de campo que se están desarrollando actualmente, estos márgenes fluviales podrían ser objeto incluso de figuras de protección. Entre ellos, se encuentran zonas del río Múrtigas, que destaca en las tres tipologías; La Rocina, en Doñana, y zonas ribereñas del río Chanza.
El inventario de Medio Ambiente recoge datos preliminares que se completarán durante el trabajo de campo de los próximos meses y constituye la primera fase de un programa que desarrollará planes de conservación, restauración e incluso creación de figuras de protección, así como una herramienta informática de gestión del Inventario de Riberas Sobresalientes.
