HUELVA, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad de Huelva (UHU) están trabajando en el desarrollo de biocombustibles de segunda generación a partir de materiales residuales, con el diseño de un sistema de gasificación de biomasa que permita obtener un gas de síntesis útil para la producción de metanol, según informó en una nota 'Andalucía Investiga'.

En dicha nota se apuntó que los expertos aseguran, de este modo, que el metanol sería un biocombustible que "no competiría con el mercado alimentario sino que aportaría soluciones a problemas de contaminación". La gasificación de la materia prima de desecho se realizaría en "una triple vertiente": biomasa residual, residuos sólidos urbanos en su fracción orgánica y lodos de depuradora.

En este sentido, la Onubense afirma haber utilizado compost para conseguir el gas de síntesis con resultados positivos, que "no sólo avalan que es posible", sino además "que el proceso de degradación mejora la calidad de los gases" que se están obteniendo.

Por otra parte, los científicos del grupo, dirigidos por el profesor Manuel Jesús Díaz Blanco, aseguraron que la investigación sobre gases destinados a servir como combustible no ha avanzado debido a "un problema de competitividad", pero que con el alza en el precio del petróleo los estudios en este campo están progresando actualmente.

En este sentido, el científico Agustín García señaló que "coyunturalmente la situación es perjudicial con respecto a la opinión pública, debido a factores como la repercusión que han tenido los biocombustibles de primera generación en el sector alimentario, pero de cara a un futuro ésta puede ser una de las posibilidades que sustituyan a los combustibles líquidos actuales".

El grupo de investigación, creado hace aproximadamente un año, cuenta con científicos con una amplia trayectoria investigadora, como los doctores Manuel Jesús Díaz y José Ariza que han trabajado durante diez años en el uso de residuos agrícolas, agroindustriales y plantas alternativas para la obtención de pasta celulósica.

Ambos investigadores han ampliado este estudio más allá de la biomasa forestal, hasta los residuos sólidos urbanos y los lodos de depuradora, y desarrollan actualmente un proyecto I+D del Ministerio de Educación y Ciencia relacionado con la optimización de procesos de compostaje para la reducción de olores.