Innova.- Expertos onubenses demuestran que el vino joven debe mantenerse tumbado y a 15 grados para no perder calidad

Actualizado: lunes, 4 diciembre 2006 19:44

HUELVA, 4 Dic. (EUROPA PRESS) -

Investigadores de la Universidad de Huelva han demostrado que para que los vinos blancos jóvenes embotellados no pierdan calidad durante el almacenamiento, los recipientes deben mantenerse tumbados a una temperatura constante de unos 15-18 grados.

Así se desprende de las conclusiones emitidas por el grupo de investigación 'Análisis Agroalimentario y Medioambiental' del Departamento de Química y Ciencias de los Materiales de la UHU en el marco del proyecto titulado 'Estudio de la Estabilidad en Botella de Vinos Blancos Jóvenes: Predicción de la Vida Útil de Almacenamiento'.

Este grupo de expertos, liderados por Rafael Beltrán y María Ángeles Fernández, han observado que el periodo de vigencia de los vinos blancos jóvenes de la variedad Zalema --autóctona de la Denominación de Origen 'Condado de Huelva'-- una vez embotellados es de un año y que, a partir de entonces, se producen una serie de modificaciones que afectan a la estabilidad y a sus características organolépticas.

"Dentro de ese corto periodo de tiempo después de su embotellamiento los vinos deben ser consumidos para evitar las pérdidas de su frescor, carácter afrutado, color, sabor y aroma, etcétera", aseguró la profesora María Ángeles Fernández.

Por ello, el equipo de científicos de la Onubense pretende prolongar esta vida útil a través del estudio de las condiciones adecuadas de almacenamiento de los vinos embotellados, ya que ésta puede alargarse en el tiempo, si se conserva en condiciones favorables.

De esta forma, los investigadores someten a las diferentes muestras de vinos embotellados de la variedad Zalema y la variedad Colombar a diversos factores de almacenamiento --temperatura variable o constante, luz y oscuridad, botella tumbada o de pie-- y después realizan un exhaustivo seguimiento para conocer su influencia en la pérdida de sus propiedades.

Para ello, los especialistas onubenses determinan el color de los vinos, los compuestos fenólicos, compuestos volátiles, aromáticos y además, realizan un análisis sensorial.

Hay que señalar que los resultados del estudio permitirán a las industrias la posibilidad de introducir mejoras en las técnicas de vinificación y conservación que proporcionen las mejores características al vino.

Finalmente, conocer los factores que garanticen la mejor conservación del vino en botella y, por lo tanto, que eleve su calidad supone un "importante" impulso económico para la zona del condado de Huelva, donde el vino blanco joven es uno de los pilares de su economía.