Innova.- Investigadores proponen tratamiento con fosfonatos para combatir la 'seca' del alcornocal en Doñana

Actualizado: sábado, 18 diciembre 2010 12:06

Identifican un patógeno que causa elevadas tasas de mortalidad en los alcornoques

SEVILLA, 18 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un grupo de científicos coordinados por la profesora de Patología Agroforestal de la Universidad de Córdoba María Esperanza Sánchez ha identificado un patógeno, Phytophthora cinnamomi, que ,además de la excesiva nidificación de zancudas, es una de las principales causas del decaimiento del alcornocal en Doñana, enfermedad que, según sus investigaciones, podría combatirse mediante el tratamiento con fosfonatos.

Según ha explicado a Europa Press la doctora Sánchez, durante el estudio de campo realizado en el verano de 2008 para analizar la relación entre las altas tasas de mortalidad observada en los alcornoques centenarios de La Vera, en el Parque Nacional, y la alta ocupación de los mismos por aves zancudas, los investigadores que participaban en el proyecto descubrieron de forma "fortuita" en árboles no ocupados por aves, tanto centenarios como jóvenes, que se iban deteriorando, debido a la infección por Phytophthora cinnamomi.

"Nuestra intención era descartar que este fenómeno de decaimiento estaba relacionado con alguna enfermedad y, paradójicamente, nos hemos dado cuenta de que sí que existe esta relación y de que, efectivamente, hay una relación causa-efecto entre este patógeno y la mortalidad de los alcornoques", ha aclarado.

Este patógeno es un microorganismo acuático presente en otras muchas zonas de Andalucía que causa podredumbre en las raíces de encinas y alcornoques y que se agrava por el encharcamiento del suelo, de manera que la climatología del pasado invierno y primavera, "de los más húmedos que se recuerdan en varias décadas", han resultado favorecedores de la acción de este organismo invasor.

Tal y como ha informado, este hallazgo fue puesto de inmediato en conocimiento de la dirección del Espacio Natural de Doñana, con la recomendación de realizar una prospección más exhaustiva del fenómeno, ya que, como apunta, "desconocemos la incidencia real de la enfermedad en el entorno de Doñana", más teniendo en cuenta que se trata de una enfermedad muy contagiosa.

UNA "VACUNA" PARA LOS ÁRBOLES

La fitopatóloga ha explicado que hasta el momento, en la zona analizada, se han hallado siete focos de enfermedad y ha incidido en que se trata de una patógeno "muy virulento que mata a los árboles infectados en un periodo de tiempo relativamente corto si las circunstancia son favorables". En determinados casos, en un periodo de dos años, "algunos árboles centenarios han pasado de tener una copa verde y frondosa a morir".

Para hacer frente a este fenómeno, este grupo de investigadores ha propuesto un tratamiento con fosfonatos o sales del ácido fosforoso que funciona como una "vacuna" y que ya ha sido probado en ecosistemas de dehesa del Andévalo de Huelva, consiguiendo "reducir la mortalidad de los árboles infectados del 80 al 8 por ciento", ha informado Sánchez.

Tal y como ha relatado, este tratamiento se llevó a cabo hace cinco años en ejemplares de encinas y alcornoques en parcelas de dehesa del Andévalo de Huelva, dejando sin tratar los árboles inscritos en otra parcela colindante. En el seguimiento que se hizo durante los tres años siguientes, se pudo comprobar como "en la parcela sobre la que no se actuó en este periodo, la mortalidad pasó de cero al 80 por ciento de los ejemplares; mientras que en la parcela tratada, la mortalidad sólo alcanzó el 8 por ciento".

El tratamiento consiste, concretamente, en inyectar al tronco del árbol estas sales del ácido fosforoso --con lo que se evita que el producto salga al entorno del espacio protegido-- que son "efectivas" en una doble vertiente: por un lado, afectan al microorganismo de forma directa y, por otro, el árbol lo absorbe y lo acumula en la raíz, de manera que cuando el microorganimos trata de infectarla "le es prácticamente imposible".

No obstante, ha advertido de que, para que alcance su máxima eficacia, hay que aplicar el tratamiento en los primeros momentos de la infección o cuando el árbol aún no ha sido afectado, es decir, de manera preventiva, como una vacuna, pues "si la infección está muy extendida no sirve para nada". El tratamiento es específico para este tipo de patógenos así que "es importante diagnosticar correctamente la enfermedad antes de tratar" dado que "en caso contrario, se estaría tirando el dinero", ha insistido.

La investigadora ha incidido en la conveniencia de llevar a cabo un estudio en profundidad en el entorno del Parque sobre la prevalencia de este fenómeno, así como probar este tratamiento para frenar la alta mortalidad de encinas y alcornoques, señalando que los datos que se manejan hasta el momento fueron expuestos en fechas reciente en un grupo de trabajo del Consejo de Participación de Doñana.