MÁLAGA, 26 Abr. (EUROPA PRESS) -
La Diputación de Málaga entregó hoy las Medallas de Oro con motivo de la quinta edición del Día de la Provincia, que este año se celebró en la capital, al novelista Antonio Soler, al cocinero Daniel García, al actor y director de teatro Óscar Romero y al entrenador del Club Balonmano Antequera, Antonio Carlos Ortega. El escritor, quien habló en nombre de todos los premiados, señaló que "nosotros, que en tantos momentos hemos tenido la sensación de ser furtivos solitarios, francotiradores, somos la mano de tantos malagueños que hacen su trabajo con entrega y fidelidad a sus principios".
Esta distinción, según Soler, es "el reconocimiento a un largo viaje y la provincia es el mejor enclave para recibirlo" porque "ningún galardón tiene el valor de aquel que es otorgado en la propia tierra; es algo tan evidente como que todos deseamos el amor de nuestra madre". Esta Medalla de Oro "tiene para nosotros el valor de ser correspondidos y apreciados por lo que tenemos más cerca y más queremos", indicó.
Declaró, además, que "ninguno de los cuatro emprendió su camino en busca de esa recompensa inmediata y completa, sino que buscábamos otra cosa, respondíamos a una llamada mucho más profunda, eso que llaman vocación y que, normalmente, va asociado al riesgo, a lo poco previsible y que en el fondo es un compromiso personal, el mantenimiento de la fidelidad con nosotros mismos".
"En los cuatro caminos que hoy confluyen aquí existe la determinación de avanzar por ellos, a pesar de que a veces han estado demasiado empinados y llenos de obstáculos", comentó Soler. En su intervención se refirió a Óscar Romero, como "hombre de teatro, carne de teatro, el arte de fingir quien no se es para mostrar como verdaderamente se es"; a Daniel García como "el alquimista gastronómico, el innovador que deslumbra"; a Antonio Carlos Ortega como "la superación, la generosidad y el trabajo en equipo", y a él mismo diciendo que "deseaba ser de mayor inventor de laberintos, y en eso ando".
SE PREMIA UNA ACTITUD
Soler hizo hincapié en que "no se premian unas determinadas capacidades y aptitudes, lo que sería una mera recompensa a la biología, sino una actitud, un modo de encarar nuestro trabajo, de afrontar ese compromiso personal, esa fidelidad".
Así, valoró "esa voluntad" que caracteriza a los malagueños y "que no significa renuncia al talento, sino la confirmación del mismo, lejos de la soberbia que tanto circula y se jalea por ahí. Flores que mañana estarán secas y de las que nadie recordará si alguna vez tuvieron olor". Precisamente, opinó que esa actitud es la que con estos galardones "se estimula en nuestros conciudadanos".
La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, quien presidió el acto, mostró "la inmensa satisfacción" que le producía celebrar el Día de la Provincia en Málaga, "mi tierra, que me acompaña allá donde voy". Señaló que los cuatro malagueños galardonados "contribuyen al proyecto vital y a la biografía colectiva de la provincia".
"Sus logros del mañana serán también nuestra victoria de hoy, la que hoy celebramos todos juntos", afirmó, agregando que los cuatro premiados son "un ejemplo de inconformismo vital y de espíritu de superación, valores que constituyen unos de los principales activos de la provincia".
PREMIADOS
PSOE en Diputación, Fernando Centeno, ensalzó la figura de Soler, de quien destacó ser un "escritor de ley, de raza, de ingenio, de talento y de altura. Escritor malagueño donde los haya, que nos devuelve con cada una de sus obras un pedacito de esa Málaga que perdura en nuestra memoria y nos regala un nuevo fragmento de su imaginación y su magnífica prosa".
Soler, al que la ministra de Fomento entregó la Medalla de Oro, nació en Málaga en 1956 y ha dedicado su vida a la escritura en diversos géneros. La nómina de sus novelas es tan extensa como ampliamente reconocida y tiene entre su haber el Premio Herralde, el Premio Primavera y el Premio Nadal. El autor de obras como 'El camino de los ingleses' "es un creador admirable y admirado", señaló Centeno.
La portavoz de IU, Encarnación Páez, que habló de Romero, destacó sus comienzos, cuando entre los nueve y los 18 años "una enfermedad lo apartó de las calles del barrio malagueño de El Palo, su pequeño universo, y no le quedó más remedio que soñar con otros mundos". Nació en Málaga en 1941 y se licenció en Arte Dramático por la Escuela Superior de Córdoba. Entre 1962 y 1983 fue actor titular de la mítica Compañía de Teatro ARA.
"Los admiradores de Óscar Romero nunca han olvidado sus soberbias actuaciones en obras como 'Los Tarantos' o 'El Calígula de Camus', o su solvencia como director de escena en montajes inolvidables, como 'Retrato de dama con perrito', de Luis Riaza", indicó Páez, al tiempo que resaltó de este malagueño que "inspira un gran respeto, con su carácter reservado, su voz rota y su enorme presencia escénica", y que "es un hombre excepcionalmente culto, que atesora a partes iguales método, intuición y criterio".
Finalmente, Páez hizo un recorrido por los galardones que Romero ha conseguido a lo largo de su vida y señaló que "ha ganado una decena de premios nacionales de teatro y en 2002 la Junta le impuso la Medalla de Oro al Mérito en la Educación". "Gracias por atreverte a soñar y por hacer soñar a la gente", le dijo.
Por su parte, Romero, al que la consejera de Cultura, Rosa Torres hizo entrega de la Medalla de Oro, expuso que este reconocimiento "es un orgullo como malagueño y un honor por haberlo recibido junto a los otros tres galardonados". "Ahora toca seguir trabajando", añadió.
El portavoz del PP en la Diputación, Francisco Salado, ensalzó la figura de García, que "con sólo 32 años es poseedor de una de las carreras profesionales más brillantes dentro del exclusivo mundo de la cocina de autor". Nació en 1975 e inició sus estudios de cocina a los 18 años en La Cónsula, emprendiendo en 1996 una etapa en el restaurante de Martín Berasategui.
Salado calificó a este cocinero marbellí como "polifacético y genial chef, rey del nitrógeno líquido y de las frituras imposibles". Este reconocimiento, según el diputado del PP, "es a su brillante carrera profesional, a su esfuerzo por reconocer las excelencias de la comida mediterránea, el respeto a sus raíces y ser uno de los grandes embajadores que tiene Málaga".
"También es un gesto de cariño y amistad a una persona que, con su dinamismo y capacidad de seducción, colabora abiertamente a reconstruir la maltrecha imagen de su querida Marbella", según Salado. Por su parte, García, al que le entregó la Medalla de Oro el consejero de Turismo, Comercio y Deporte, Luciano Alonso, agradeció esta distinción y aseguró que cuando se reciben premios "fuera del ámbito de la gastronomía, son más agradecidos". "Estoy orgulloso de haber nacido malagueño", añadió.
Por último, el vicepresidente de la Diputación, Juan Fraile, subrayó de Ortega que "pocos malagueños pueden presumir de ser profeta en su tierra después de haber triunfado a nivel nacional e internacional, con un reconocimiento unánime, como es su caso".
Ortega, que recibió la Medalla de Oro de la mano de la ministra de Fomento, es uno de los nombres más importantes en la mejor etapa del balonmano español, 146 veces internacional y que ha tenido el privilegio de lucir la medalla de plata del europeo de España, la de bronce en el europeo de Italia y la de bronce en Croacia.
