El granadino lamenta que la figura de Irving esté "muy borrosa", "escasamente" conocida y en ambientes cultos
GRANADA, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El escritor granadino Antonio de Calera ha editado recientemente en el sello Almuzara 'Washington Irving, entre Manhattan y la Alhambra', una biografía del que califica como "el más importante embajador a nivel mundial que ha tenido Granada y la Alhambra", siendo el causante de que el palacio nazarí sea el monumento más visitado de España, seguido por el Museo del Prado y por la Sagrada Familia.
En este sentido, De Calera en una entrevista concedida a Europa Press ha señalado que su llegada a España y a Granada es consecuencia de su "afán por conocer la vida de Colón para elaborar una biografía sobre él". Esta biografía, según ha explicado, se caracteriza por estar "muy bien organizada cronológicamente", recogiendo una serie de anécdotas, vivencias, citas y experiencias del escritor que, estando dispersas se han retomado y ordenado formando un todo "coherente".
Así, ha resaltado como novedosos los capítulos dedicados al estudio de sus orígenes familiares, en la remota isla de Shapinsay en las Orcadas, al norte de Escocia, donde se explica algunos datos sobre su genealogía, así como, datos nuevos sobre algunos de sus primeros trabajos como 'Salmagundi' y 'la Historia de Nueva York de Knickerbocker', la autoría de los términos 'Gotham City' para referirse a Nueva York, la 'Ciudad de los Locos', o los vocablos 'Gothamitas' y 'Knickerbocker' --uno de sus pseudónimos-- ideados por él y con los que se aluden hoy día a los neoyorquinos descendientes de los primeros colonos holandeses que se establecieron en New York.
El autor ha apuntado que a él se deben las "reinvenciones" de Santa Claus, de la calabaza de Halloween lanzada por el Jinete sin Cabeza de Sleepy Hollow, el nombre del equipo de baloncesto de la NBA, los Knicks de New York, o del primer equipo de baseball de Nueva York, los Knickerbockers, o la de la cerveza de ese mismo nombre. Asimismo, inspirado en el 'Guardián de Gotham', de influencia irvigniana, aparecieron los cómics de Batman. Él fue también el fundador y primer presidente de la imponente Biblioteca de Nueva York.
Por otro lado, ha resaltado que los lectores encontrarán en este libro "aquellas otras formas de vida decimonónica en España en que el ritmo del tiempo se relativizaba". Así, en el viaje desde Sevilla a Granada Irving "empleó 5 jornadas", reflejándose "aquellas viejas costumbres españolas de pasarse la petaca de tabaco de mano en mano, de jugar al tresillo, de "pescar" vencejos en los adarves de la Alhambra con cañas cebadas con moscas".
Además, la biografía rememorar la estancia como "un sultán" de Irving en la Alhambra, en que llegó disfrutar de placeres orientales como bañarse en las noches del verano de 1829 en el estanque del Patio de los Arrayanes o incluso llegó a enjuagar la tinta de su pluma en la mismísima taza de la Fuente de los Leones, donde "los Hijos de la Alhambra le contaron leyendas que se habían transmitido de padres a hijos y de su recopilación y de su pluma nacieron los 'Cuentos de la Alhambra'".
Del mismo modo, De Calera ha expresado otra aspecto novedoso, "los supuestos amores de Irving con al menos 14 damas", así como el análisis "con el mayor de los respetos de su supuesta homosexualidad basada simplemente en que se mantuvo célibe durante toda su vida tras la muerte de su novia Mathilda Hoffman".
RELACIÓN CON FERNÁN CABALLERO
De su estancia en Sevilla, el granadino detalla la amistad de Irving con el pintor Wilkie, con su amigo John Hall y con Nikolaus Böhl de Faber así como con su hija Cecilia --Fernán Caballero-- con la que mantuvo "una buena amistad aconsejándose mutuamente en la realización de cuentos y leyendas, poetizando la realidad pero sin alterarla". Además, recoge y ordena temporalmente un importante epistolario de Irving que escribió desde la Alhambra y otro a lo largo de su viaje de Granada a Londres.
Por otro lado, ha explicado que el trabajo editado por Almuzara ofrece aspectos desconocidos hasta el momento como su labor diplomática en España, concretamente en la embajada de Madrid, donde llegó en 1842, subrayando "la vida de ocio, de 'dolce far niente' y de divertimento en que se desenvolvió Irving en la corte de la reina Isabel II". De esta manera, aparece los tiempos convulsos de lucha por el poder entre el general Espartero y el general Narváez, la regencia de María Cristina, la aristocracia madrileña y la diplomacia europea y las damas encopetadas de la alta sociedad asentada en Madrid.
De Calera ha reconocido que a los calificativos de "romántico, moderno y cosmopolita" apuntado por el biógrafo de Irving, Stanley T. Williams, añade el de "un perfecto gentleman, dandy y un verdadero romántico de los senderos de la España profunda. "Él fue quien abrió los caminos españoles que después siguieron Prospere Merimée, Richard Ford, George Sand, Theodore Gautier, Victor Hugo, Georgo Barrow, Alejandro Dumas o incluso, en tiempos recientes, el mismo Hemingway", ha afirmado.
"LITERATURA POR REVALORIZAR"
Por otro lado, ha señalado que éste dedicó su vida a la literatura pero de una forma "muy sui generis y entrecortada", de tal manera que trabajaba duramente desde el amanecer en la obra que tuviese entre manos, la publicaba, solía tener éxito de ventas, y con el beneficio económico se dedicaba a viajar y a vivir a un elevado nivel hasta que sus recursos económicas flaqueaban.
Con respecto a su tarea literaria, ha añadido que ésta está por "revalorizarse, es decir, aún tiene que darse el sitio que debe ocupar dentro de la literatura a sus obras". En este sentido, ha indicado que "además de su preciosismo, de su generosidad en la descripción de ambientes y en lo divertido a veces de sus leyendas, sus obras no despiertan hoy día mayor interés salvo en algunos románticos que aún ven tras las columnas de la Alhambra los rostros de las huríes o a la puerta de los pasadizos secretos soldados armados de alfanjes que guardan el tesoro del sello del rey Salomón".
"Desgraciadamente la figura de Irving está muy borrosa y oculta tras el velo del tiempo y es escasamente conocida, incluso en su país, y tan sólo en determinados ambientes cultos se le valora", ha lamentado.
Por último, ha resaltado que "cada carta, cada cita, cada dato, cada fecha, cada referencia y cada anécdota de su vida recogidos en la obra han sido consultadas, registradas y contrastadas hasta la saciedad". El granadino Antonio de Calera refleja su afán didáctico en una serie de publicaciones del ámbito de su especialidad, la Biología. En cuanto a su obra literaria es de destacar la gran variedad de temas que ha investigado y que ha plasmado en ensayos y artículos sobre Cristóbal Colón, Washington Irving o la Alta Edad Media
