Castilla del Pino dice que la sociedad se va dando cuenta de que el enfermo mental es un habitante más de la ciudad

Actualizado: viernes, 27 marzo 2009 12:02

CÓRDOBA, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -

El psiquiatra Carlos Castilla del Pino subrayó hoy que "la integración del enfermo sicótico a la sociedad era una tarea bastante difícil, pero la perspectiva que la sociedad actual tiene del enfermo es distinta de la que tenían y ya se va dando cuenta de que el enfermo mental es un habitante más de la ciudad".

En declaraciones a los periodistas, dentro del VIII Simposium 'Abordajes psicoterapéuticos de los trastornos psiquiátricos', que se celebra en Córdoba hoy y mañana, explicó que el enfermo sicótico es "un habitante más con el que hay que contar, que tiene sus problemas, pero esos problemas los tienen también los no sicóticos, por tanto, es importante que se tenga en cuenta que no es tan fácil establecer esa diferencia entre sano mentalmente y enfermo mental".

Dijo que "es importante, por interés social, el abordar el tratamiento psicoterapéutico de los trastornos psiquiátricos", sobre el que consideró que "es un territorio relativamente abandonado y que gracias a la calidad del profesor Aaron T. Beck", que ha sido el galardonado este año con el VIII Premio de la Fundación Castilla del Pino, "se ha conseguido que adquiera una relevancia".

Castilla del Pino señaló que "los sicóticos ahora eran muy reacios a la psicoterapia y el que el doctor Beck haya tenido grandes éxitos con el tratamiento psicoterapéutico, hace que estemos muy interesados en conocer los métodos que él utiliza".

El doctor Beck es el presidente del Instituto de Beck para la Terapia e Investigación Cognitiva y Profesor Emérito de Psiquiatría en la Universidad de Pensilvania. Desarrolló la terapia cognitiva sobre el año 1960 cuando era psiquiatra en la Universidad de Pensilvania. Trató de poner a prueba algunas hipótesis acerca de los conceptos psicoanalíticos implicados en la depresión, diseñando y llevando a cabo diferentes experimentos.

A pesar de que esperaba validar gran parte de los preceptos fundamentales del psicoanálisis, se sorprendió al encontrar justo lo contrario. Estas investigaciones le llevaron a comenzar la búsqueda de otras formas de conceptualizar y explicar la depresión. Parte de su trabajo reciente se ha centrado en aplicar la terapia cognitiva a la esquizofrenia, el trastorno límite de personalidad y a pacientes que de forma repetida han intentado suicidarse.