CÓRDOBA, 8 May. (EUROPA PRESS) -
Agentes de la Policía Nacional declararán a principios de junio ante el juez de Instrucción número 4 de Córdoba como supuestas víctimas de un delito de atentado en relación a los hechos ocurridos en la tarde del Miércoles Santo, cuando un centenar de turistas austriacos de confesión musulmana protagonizaron un incidente al querer orar en la Mezquita-Catedral de Córdoba.
Según informaron a Europa Press fuentes judiciales, en concreto declarará uno de los 15 policías nacionales que se desplazaron al templo para intervenir. Allí, uno de los detenidos, E.G., pegó con una muleta a este agente o tuvo intención de hacerlo sin que finalmente lo consiguiera.
Asimismo, para el día 12 de mayo han sido citados al Instituto de Medicina Legal dos vigilantes del templo religioso, uno de ellos que resultó herido en la mano izquierda al intentar evitar una agresión con una navaja de diez centímetros de hoja y cuatro de ancho por parte de uno de estos turistas que lanzó una cuchillada a la zona del pecho con la intención de amedrentarlo. El otro vigilante también presentó heridas leves después de que otro de los implicados, N.M, intentara arrebatarle la pistola.
El juez dejó en libertad con cargos a los dos turistas que fueron detenidos por agentes de la Policía Nacional, a los que se enfrentaron después de agredir y amenazar con un cuchillo a un vigilante de seguridad de la Catedral, que les pidió que dejasen de orar, pues en dicho templo cristiano está prohibida la práctica de cualquier culto que no sea el católico.
También se ha informado al juzgado por parte del Cabildo Catedral de Córdoba que los hechos, que se produjeron el pasado 31 de marzo, en plena celebración de la Semana Santa, tuvieron lugar "cuando se estaban concluyendo los preparativos en la Catedral para la entrada de las hermandades en estación de penitencia, lo que iba a ocurrir apenas 15 minutos después".
La grabación de las cámaras de seguridad y la información del Cabildo al juzgado se sumarán a las declaraciones que ya hicieron en el mismo los vigilantes de seguridad del templo, que se contrapone a la versión de los turistas, de los que ocho están imputados, incluidos los dos que fueron detenidos, por su presunta implicación en la comisión de delitos contra los sentimientos religiosos y desordenes públicos, aunque en el caso de los dos detenidos, M.S. y E.G., la imputación incluye también los delitos de lesiones, amenazas y atentado contra agentes de la autoridad.
A raíz de ello, el juzgado, que entiende que los turistas, de forma previamente concertada, intentaron rezar en el templo cristiano a sabiendas de que estaba prohibido, aplicó la medida cautelar de retirar a M.S. el pasaporte de Sri Lanka que portaba, lo que le impide salir de territorio comunitario europeo.
La versión de los turistas musulmanes es que el rezo fue algo "espontáneo", no organizado, y que no pretendieron crear ningún problema, no siendo conscientes de las consecuencias de su acción, por la cual pidió perdón públicamente la Juventud Musulmana de Austria, organización a la que pertenecen la mayoría de los turistas que intervinieron en el altercado, incluidos los dos detenidos.
