Experto desvincula el 11-M de la guerra de Iraq y sitúa la motivación de los terroristas en la "venganza"

Actualizado: martes, 13 mayo 2014 18:43

Tras cuatro años de investigación, no ha encontrado "un solo indicio" que apunte a la vinculación de ETA

GRANADA, 13 May. (EUROPA PRESS) -

Fernando Reinares, presidente del Grupo de Expertos en Radicalización Violenta de la Comisión Europea, y perteneciente a la relación de expertos en prevención del terrorismo de la ONU, ha afirmado este martes que los atentados de Madrid del 11 de marzo de 2004 no estuvieron relacionados con el despliegue de tropas españolas durante la Guerra de Iraq, sino que tuvieron una motivación inicial en la "venganza" porque España había asestado duros golpes a Al Qaeda, con el desmantelamiento de su célula en el país en noviembre de 2001 y otras detenciones de terroristas 'yihadistas' desde mediados de los años 90.

Son algunas de las conclusiones que Reinares, que fue asesor para asuntos de política antiterrorista del Ministerio del Interior de España entre los años 2004 y 2006, recoge en su libro '¡Matadlos! Quién estuvo detrás del 11-M y por qué se atentó en España' (Galaxia Gutenberg), que es el producto de cuatro años de investigación y que le ha llevado a documentarse no sólo en España, sino también en Reino Unido, Estados Unidos, o países del mundo islámico como Marruecos, Libia o Pakistán.

El experto, que ha ofrecido en la tarde de este martes una conferencia en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad de Granada (UGR), ha explicado en declaraciones a Europa Press que la decisión de atentar en España fue tomada en Pakistán en diciembre de 2001, "más de un año antes de que se iniciaran las hostilidades en Iraq", por el marroquí Amer Azizi, que había pertenecido al núcleo central de la célula de Al Qaeda desmantelada en España un mes antes, y que después ingresó en Al Qaeda central y fue designado adjunto al jefe de operaciones externas de la organización terrorista, a comienzos de 2003.

Azizi, que murió el 1 de diciembre de 2005 en Waziristán del Norte (Pakistán) tras un ataque aéreo ordenado por Estados Unidos, quiso "vengarse" del desmantelamiento de la célula a la que él había pertenecido, la llamada 'Célula de Abu Dahdah', que supuso la detención de una treintena de personas, y que fue entonces "el mayor golpe a Al Qaeda en Europa desde los atentados del 11-S", y otros arrestos de terroristas yihadistas, que se habían venido produciendo en España desde mediados de los años 90.

Así, después de tomar la decisión en diciembre de 2001, comenzó a constituirse la red terrorista del 11 de marzo, formada por tres "componentes". El primero, según Reinares, se constituyó en marzo de 2002, y de él formaban parte "al menos 27 personas", algunas de ellas vinculadas con células y grupos yihadistas --como la de Abu Dahdah-- y otros yihadistas "que se desenvolvían de forma autónoma", la mayoría de los cuales residían en Madrid, aunque también algunos en Granada.

El segundo de los "componentes" se introdujo en esta red terrorista a lo largo de los meses siguientes de 2002, y procedía de las estructuras del Grupo Islámico Combatiente Marroquí en Europa, especialmente de Francia y Bélgica; y el tercero de los "componentes" se incorporó en el verano de 2003 y correspondía a una "banda de delincuentes comunes", convertidos en yihadistas.

Una vez constituida la red, y "cuando la decisión ya había sido tomada y los planes estaban en marcha", Al Qaeda "optó por hacer suya la iniciativa". Primero, porque Azizi ya había ingresado en Al Qaeda Central, y de hecho ocupaba el puesto de adjunto al jefe de operaciones externas cuando se produjeron los atentados; y, segundo, porque en el contexto de la guerra iniciada en Iraq era un asunto que le resultaba "de especial interés" a la organización terrorista por motivos "estratégicos", para dividir a los países miembros de la alianza internacional y generar "distancias" en las sociedades de esos países.

Por otro lado, Reinares ha resaltado que en sus cuatro años de investigación exhaustiva no ha encontrado "un solo indicio" que apunte a la vinculación de ETA con los atentados en los trenes de cercanías, y no hay nada de lo que se deduzca "directa o indirectamente" su relación con los hechos, ni en España ni en ningún otro país en los que ha obtenido la documentación disponible.

Además, el experto reflexiona acerca de la reacción que tuvieron los españoles ante los atentados, que fue distinta a la de los británicos tras el 7J, ya que dividieron a las élites políticas, a la sociedad, y hasta a las propias víctimas. "Esto tiene que ver con la propia idiosincrasia del sistema político, pero también con que los españoles estaban muy desinformados y desensibilizados respecto a la existencia de una amenaza terrorista para nuestro país, que no sólo provenía de ETA, cuando de hecho España había sido el país europeo que con mayor contundencia había actuado frente al terrorismo yihadista".

Así, según ha indicado Reinares, como había esa "ausencia de sensibilización", buena parte de los españoles trataron de interpretar lo sucedido "en atención a aquello de lo que eran conscientes", como era la amenaza de ETA o la guerra de Iraq, cuando ni una ni otra "tuvieron que ver en los atentados de Madrid del 11-M".

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