Granada.- Obtienen la primera evidencia del uso de polvo de huesos en la muralla granadina del siglo XIV

Actualizado: lunes, 19 enero 2009 20:36

GRANADA, 19 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las excavaciones realizadas en la muralla granadina del siglo XIV desenterraron un horno de ladrillo situado junto a capas estratificadas de huesos y cenizas, un hallazgo que para los investigadores de la Universidad de Granada (UGR), sugiere que el propósito de este horno era fabricar un revestimiento para el muro que incluía polvo de huesos quemados, según informa hoy SINC en su página web.

El muro fue construido bajo el mandato del sultán nazarí Yusuf I entre 1333 y 1354, mientras que los ladrillos del horno que fue desenterrado mostraban evidencias de estar fundidos --color negro en superficie y burbujas pequeñas--, lo que indicaba que en su interior se alcanzaron temperaturas superiores a las requeridas para hornear ladrillos y cerámica nazarí, según explicó la autora del estudio e investigadora de la UGR, Carolina Cardell.

Cabe destacar que hasta la fecha, la presencia de polvo de hueso quemado se había certificado en monumentos de origen greco-latino, celta o cristiano pero nunca en construcciones medievales musulmanas.

El uso de la microdifracción de rayos X -una técnica no destructiva- en los ladrillos permitió la rápida identificación mineralógica con una resolución espacial moderadamente alta. Mediante el uso de cartografías minerales elaboradas a partir del mapa de elementos adquiridos mediante Microscopía Electrónica de Barrido con microanálisis EDX (SEM-EDX), los científicos consiguieron identificar la distribución y morfología de las fases minerales presentes en la pátina de la muralla, así como su abundancia.

Los datos obtenido han permitido conocer sus características microtexturales y estructurales. Éstas proporcionan información clave sobre las técnicas de fabricación que se utilizaron para construir la muralla nazarí, y aportan pistas para conservarla mejor.

Uno de los hallazgos más destacados de este trabajo es que los huesos no se utilizaron simplemente como pigmento, sino que, de acuerdo con Cardell "el polvo de hueso fue añadido para conferir dureza y por tanto mayor durabilidad a la pátina de la muralla".

Los resultados obtenidos podrían generalizar el uso de estas herramientas en los estudios de patrimonio cultural, después de que se haya comprobado la eficacia de estas técnicas "no destructivas" para analizar materiales protegidos y de gran valor histórico, como la muralla granadina, incluida como parte del barrio del Albaicín.