Los hermanos de la enfermera fallecida declaran estar "convencidos" de la inocencia del marido

Actualizado: martes, 20 mayo 2014 19:43

JAÉN, 20 May. (EUROPA PRESS) -

Los dos hermanos --un hombre y una mujer-- de A.G.O., la enfermera del Complejo Hospitalario de Jaén de cuya muerte, en octubre de 2012, la Fiscalía acusa a su marido, han declarado este martes que conocían que el matrimonio atravesaba una "crisis", si bien han coincidido en mostrarse "convencidos" de la inocencia del encartado, J.A.P., para el que el Ministerio Público y la acusación popular piden una pena de 18 años de prisión por un supuesto delito de asesinato.

Durante su declaración como testigo en el juicio con jurado popular iniciado este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial, el hermano de la fallecida ha aseverado además que "nunca" hubo "antecedentes" de un comportamiento violento de su cuñado hacia A.G.O., así como de que éste fuera "celoso".

Respecto a la "crisis de pareja" que atravesaba el matrimonio, el hermano de la enfermera --que, al igual que su hermana, ha renunciado a personarse como acusación particular en este caso, así como a ser indemnizado por el encartado en el caso de que éste sea condenado por el delito de asesinato que se le atribuye-- ha indicado que la fallecida "nunca quiso decirle la causa" de la misma, a pesar de que le preguntó "expresamente" por ello.

En la misma línea, la hermana de A.G.O. ha afirmado que ésta "no le dijo que se quisiera separar", así como que las vacaciones del verano de 2012 "parece que fueron muy buenas" para el matrimonio, y que a su hermana le había oído decir que "estaba cansada" y que "quería cambiar de trabajo, que no estaba a gusto en el quirófano".

En la sesión de este martes también han declarado dos hermanas del encartado, que han coincidido en señalar que conocían que el matrimonio atravesaba por "problemas", si bien la enfermera no les había indicado que "quisiese separarse". En cambio, una de las hermanas sí ha explicado que su cuñada le había indicado el año de su fallecimiento que le costaba "mucho volver a ese trabajo", y que "estaba pensando pedir un traslado a un centro de salud".

Otra declaración realizada este martes ha sido la de J.M.E.A., el amigo del acusado en cuya casa durmió la noche del 8 al 9 de octubre de 2012, quien ha explicado que ya en otra ocasión anterior el encartado había pernoctado en su casa, por "problemas de tipo afectivo" que tenía con su mujer, a tenor de los cuales éste le había planteado a J.A.P. la opción de "separarse" de ella, si bien éste argumentó que los dos "se querían".

En relación a los hechos que se juzgan, J.M.E.A. ha declarado que el 7 de octubre de 2012 su amigo lo llamó "sobre las 19,00 o las 20,00 horas porque quería irse a su piso", si bien éste se encontraba en la provincia de Granada con su familia y, por eso, le explicó que no podía ser, y que "lo llamaría" cuando estuviera de regreso en Jaén.

Un día después, el 8 de octubre, el procesado lo "volvió a llamar, sobre las 19,30 o las 20,00 horas", otra vez para "preguntarle si podía venirse a casa", adonde "tardó un tiempo" en llegar, según ha indicado este testigo, que "no recuerda" que J.A.P., como declaró este lunes, lo llamase una segunda vez desde el portal para preguntarle cuál era su piso exacto. En ese momento encontró a su amigo --que venía "con una maleta" en la que "traía más de una muda y sábanas"-- que no estaba "alegre, evidentemente", si bien ese día "no le preguntó por su mujer".

"EL MEJOR HOMBRE DEL MUNDO"

Por otro lado, otro testigo que ha declarado ha sido el psicólogo y compañero de trabajo del acusado al que éste le contó "en abril de 2011" que "tenía problemas en su matrimonio", ya que "había descubierto que su mujer había estado con otro hombre a finales del año anterior". Ha explicado que el procesado le dijo que "quería" a su esposa y que no deseaba "separarse" de ella.

Con posterioridad, el encartado volvió a ponerse en contacto con él tras descubrir que su esposa había estado "viendo en Internet páginas de suicidios", algo que ésta le confirmó a este psicólogo, al que acudió a propuesta de este mismo, y al que aseguró que "había descartado" quitarse la vida por sus "creencias" y para "no hacerle daño a su marido", al que consideraba "el mejor hombre del mundo".

Este profesional de la Psicología ha relatado que la fallecida le dijo que "a veces tomaba algo para dormir", si bien él "no le dio más importancia" a ello, y que cuando dejó de ver a ambos --en torno a octubre o noviembre de 2011, según cree recordar--, ellos "estaban mejor, quizá ella mejor que él".

La ronda de declaraciones de personas del entorno del matrimonio se ha completado con una serie de testimonios de amigos y/o compañeros de trabajo de él y de ella, entre los que se han apreciado diferentes versiones respecto a la situación laboral de la enfermera y a su supuesta crisis de pareja.

Así, una "íntima" amiga de la enfermera, abogada de profesión, ha declarado que "muchísimas veces" ésta le dijo que "quería cambiarse" de trabajo porque "no estaba a gusto en el hospital ni con las compañeras", y que "llevaba una temporada" en la que "a veces" veía "mejor, más animada, y otras peor" a su amiga, que "estaba pasando por una especie de depresión".

También ha calificado de "fenomenal" la relación que la fallecida mantenía con su marido, y ha afirmado que desconocía que hubiese tenido "una relación con otro hombre", ni que había recibido "tratamiento psicológico", si bien ha remarcado que su amiga "no se quería separar".

En cambio, dos compañeras de trabajo de la fallecida en el Hospital Médico-Quirúrgico han declarado que ésta llevaba "años" en el turno diurno, y que "no estaba a disgusto en su trabajo". Una de ellas, además, ha asegurado que la enfermera le comentó alguna vez que "tenía problemas matrimoniales" y hasta en "dos ocasiones, antes del verano de 2012", le llegó a decir que "se quería separar de su marido".

En la misma línea, otra compañera de trabajo de A.G.O. ha indicado que "en mayo de 2011" ésta le contó que "se iba a separar", algo que la dejó "sorprendida", a la vez que le indicó que su marido era "cariñoso con la gente", pero "no" con ella, y que su matrimonio estaba "acabado".

Tanto el día en que le contó eso como al día siguiente, esta testigo llamó a la fallecida, que le reiteró que tenía "clarísimo" lo de que se iba a separar, y que "no la iba a convencer" de lo contrario, porque además "no renunciaba a ser feliz de otra manera".

Esta amiga ha afirmado que "jamás" ha creído que A.G.O. "se suicidase", porque era "una persona muy alegre, con una vitalidad impresionante", además de "positiva, trabajadora, una profesional impecable y entrañable", a la vez que ha indicado que tras el verano de 2012 "parecía" que el matrimonio había "arreglado" sus problemas.

Otra compañera de trabajo de la enfermera ha declarado que ésta "nunca le comentó que no estuviera a gusto en su puesto de trabajo", ni tampoco le oyó decir que su marido "fuera celoso o que la maltratase", y "verbalmente" tampoco que tuviera "problemas" con él.

Por otro lado, dos trabajadoras de la Universidad de Jaén, compañeras del encartado, han declarado que se encontraron con éste por la calle el día 8 de octubre por la tarde --aunque no han coincidido en la hora, ya que una ha apuntado que "entre las 18,15 y las 19,00 horas", y la otra que "entre las 19,00 y las 19,30 horas"--, y que fueron ellas quienes le llamaron la atención para saludarlo porque él iba "pensativo".

Por último, el mecánico del taller al que J.A.P. supuestamente acudió el 8 de octubre a pedirle cita para llevar su coche a arreglar ha confirmado que éste estuvo allí esa tarde, si bien no ha sabido precisar la hora exacta, que ha acabado por situar en una franja "entre las 17,00 y las 20,00 horas" de ese día, mientras que la vecina que vive en el piso de abajo del procesado ha declarado que "sobre las 20,40 horas" del 8 de octubre se encontró con él en la cochera del bloque.