Jaén.-Tribunales.-Forense dice hubo un "forcejeo importante" entre los ecuatorianos y que "probablemente" hubo otro arma

Actualizado: lunes, 29 mayo 2006 21:54

La defensa modifica sus calificiones en el sentido de pedir cinco años de cárcel por un delito de homicidio

JAEN, 29 May. (EUROPA PRESS) -

El forense que examinó al ecuatoriano que falleció después de recibir ocho puñaladas supuestamente a manos de otro compatriota declaró hoy que en el piso en el que se registraron los hechos en la madrugada del 30 de abril del pasado año se registró un "forcejeo importante en distintas estancias de la vivienda" y que "probablemente" hubo dos armas ya que en el cuerpo del muerto descubrieron heridas producidas previsiblemente por un arma punzante y por otra incisa.

En el juicio, que se celebra desde hoy en la Audiencia Provincial de Jaén bajo el procedimiento del Tribunal del Jurado, el forense manifestó que el fallecido presentaba un total de 30 lesiones, de las que 22 eran "hematomas típicos de una pelea" y el resto eran inciso-punzantes, heridas que se produjeron con "cierta violencia".

Asimismo, explicó que "se trató de un ataque que abarcó poco tiempo", periodo que cifró entre unos diez y 20 minutos. El forense concretó además que en el cuerpo del fallecido, José W., lanzó una tasa de 1,54 gramos de alcohol por litro de sangre, una cantidad que presumiblemente le condujo a un estado de "excitación", caracterizado por "estar fuera de control, disminución de las facultades e incoordinación".

Además, peritos del Instituto de Medicina Legal de Madrid indicaron que, tras analizar un mechón del cabello del acusado, éste era consumidor habitual de cocaína desde, al menos, los 13 meses previos a dicha prueba, que arrojó que era adicto a esta sustancia, si bien era un "consumo bajo".

Así las cosas, tanto el Ministerio Fiscal como la acusación particular elevaron a definitivas sus calificaciones mientras que el letrado de la defensa las modificó en el sentido de pedir una pena de cinco años de prisión por un delito de homicidio en el que concurren las eximentes incompletas de legítima defensa y embriaguez así como las atenuantes de drogadicción y arrebato y obcecación. En concepto de responsabilidad civil, estableció el pago de 64.409 euros.

Por su parte, el acusado, identificado como Carlos Israel M.V. y de 20 años de edad, expuso hoy que no quiso hacer daño a la víctima y que el día de los hechos estaba bajo la influencia de un elevado consumo de alcohol y cocaína. Así, relató que durante el 29 abril de 2005 estuvo consumiendo cerveza desde las 13.30 hasta las 22.30 horas, aproximadamente, junto con el fallecido, José W., con quien compartía piso y que además era novio de su hermana.

No obstante, Carlos Israel M.V. concretó que, en un momento de la tarde, se marchó a su habitación a dormir junto con su novia, hasta que José W. entró en el dormitorio, le tiró al suelo y comenzó a darles golpes. Además, explicó que el fallecido llevaba un arma que no llegó a identificar y que le amenazó con matarle, situación ante la que se dirigió a la cocina y sacó un cuchillo.

Así las cosas, el acusado explicó que estaba "aturdido" por los efectos del alcohol y añadió que cuando salió de la cocina con el cuchillo se encontró con José W., que se abalanzó hacia él, si bien le esquivó, aunque finalmente el novio de su hermana recibió una cuchillada en el vientre. Así, la víctima se marchó hacia un dormitorio hasta donde le siguió el acusado y le insertó más puñaladas. Al respecto, afirmó que no recordaba cuántas puñaladas recibió José W. y agregó que ese día había mezclado alcohol --aseguró haber consumido unos seis o siete litros de cerveza-- con el consumo de cocaína, una adicción que sólo él sabía que padecía.

Ante estos hechos, el Ministerio Fiscal solicita la imposición de una pena de 12 años de cárcel, mientras que la acusación particular eleva la petición de condena hasta los 15 años por un delito de homicidio.

Los hechos ocurrieron en la madrugada del 30 de abril del pasado año cuando un ecuatoriano falleció tras recibir varias puñaladas en la calle Alcalá Wenceslada de Jaén capital, suceso por el que la Policía Nacional detuvo al acusado, que ingresó el 2 de mayo de ese año en la prisión provincial.