Un ejemplar de buitre leonado en vuelo
EUROPA PRESS/JUNTA DE ANDALUCÍA/ARCHIVO
Publicado: lunes, 22 enero 2018 16:42

SEVILLA, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

Los responsables del Plan de Recuperación y Conservación de Aves Necrófagas en Andalucía, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta, han instado al cumplimiento de la legislación de bienestar animal y de buenas prácticas ganaderas tras denunciarse casos de muerte de reses por el ataque de este tipo de aves.

"No son depredadores y no están capacitados para matar, ni tienen garras de agarre ni pico fuerte para ello, sólo para cortar. Tampoco tienen capacidad de vuelo para cazar ni los movimientos en suelo son ágiles", ha explicado a Europa Press Rafael Arenas, coordinador del plan.

Tras haberse analizado más de 70 casos sin que exista "ningún documento gráfico que certifique los ataques, en una sociedad en la que todo el mundo lleva un móvil con cámara", Arenas expone que, en todos los casos, aparecen cadáveres y los buitres comiendo cuando llega el ganadero, a cuya llegada salen volando.

La mayoría de los ataques, según la administración, coinciden con paridera --lugar destinado para el ganado y donde esté da a luz--. Los buitres son atraídos por las placentas, que son muy nutritivas, y se han comprobado casos en los que el ternero no había podido nacer y había provocado la muerte de la madre, siendo posteriormente achacados a los buitres.

"No se descarta que ante un mal parto el animal esté muy debilitado, no se defienda o no tenga capacidad de levantarse y los buitres los consuman, pero este hecho no puede darse en la ganadería porque la normativa de bienestar animal y buenas prácticas ganaderas puede sancionar este hecho, que puede ser considerado como descuido de los animales al dejarlos sin atender y no resguardarlos de todo tipo de inclemencias", sostiene el coordinador del plan.

Para Arenas, no existen problemas de falta de alimento en el campo. Las ganaderías de extensivo de ovino y caprino pueden depositar los cadáveres para su consumo por las necrófagas previa autorización de Agricultura, que debe certificar que en la explotación no existen problemas sanitarios.

Los cotos de caza, de su lado, pueden construir muladares para depositar los despojos de montería para su consumo por las necrófagas. Solo requieren autorización dentro del Plan Técnico de Caza y cumplir unas normas básicas, como estar lo suficientemente alejados de casas, manantiales, líneas eléctricas y parques eólicos.

"Las aves no han cambiado su hábito, son procesos que tardarían cientos de miles de años en pasar de ser un ave necrófaga a depredadora. La solución está en cumplir la legislación de bienestar animal y de buenas prácticas ganaderas y no en dejar la paridera a su antojo e incluso a los animales tendidos tras el parto", ha dicho.

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