CÓRDOBA, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -
El obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha instado a "los creyentes" a vivir "el sentido verdadero de la Navidad", ya próxima, y que, según ha asegurado, no consiste en "consumir y consumir", lamentando que, para muchas personas, la Navidad solo signifique "comer, beber, juerga y ruido".
En este sentido y en su carta semanal, recogida por Europa Press, el obispo ha argumentado que "hay una alegría que viene de fuera y que produce resaca. Esa no es la alegría en el Señor", mientras que "hay otra alegría que viene de dentro, que rebosa en nuestra sensibilidad y que nos da la paz. Esta es la alegría en el Señor".
Además, según ha argumentado Demetrio Fernández, "la alegría de fuera cuesta cara, nos lleva a consumir y consumir, y nunca nos deja satisfechos", mientras que "la alegría en el Señor es gratuita, es un don de lo alto, calma nuestra ansiedad y nos produce la paz".
Por este motivo, según ha señalado, "urge que los creyentes vivamos el sentido verdadero de la Navidad: Dios con nosotros", porque, "¿cómo puede uno celebrar una navidad sin Dios?", aunque lo cierto, según ha reconocido, es que "para muchos de nuestros contemporáneos, incluso para algunos de nuestros familiares, la Navidad consiste en comer, beber, juerga y ruido, y a lo sumo una reunión de familia, que siempre es bueno, pero nada más".
Lo cierto, en cambio, según ha subrayado el obispo, es que la Navidad "es Dios con nosotros, Dios que se acerca en un niño pequeño, indefenso, débil, para que no tengamos miedo de acercarnos a él, e incluso de sentir ternura por él", que "espera que le abramos el corazón, que nos rindamos ante él y lo adoremos postrados, como hicieron los magos y los pastores".
"Desde esa actitud de adoración --prosigue en su carta Demetrio Fernández--, la única que nos hace verdaderamente libres, salimos al encuentro de los demás para compartir lo que nosotros hemos recibido de Dios", porque "la Navidad es compartir con los demás lo mucho que hemos recibido, empezando por el don de la fe".
En consecuencia, "de la Navidad brota la solidaridad" y "la alegría no puede ser completa mientras haya un hermano que sufre" y, por eso, "no puede haber Navidad sin Dios, ni puede haber Navidad sin acercamiento a los hermanos que sufren", según ha concluido el obispo en su carta.
