Tribunales.- Se extingue la causa penal sobre el autor de la muerte de la anciana en la residencia El Yate

Actualizado: sábado, 7 marzo 2009 13:13

CÓRDOBA, 7 Mar. (EUROPA PRESS) -

La muerte de la anciana de 88 años el 12 de diciembre de 2007 en la residencia de la tercera edad 'El Yate', en Córdoba, ha quedado extinguida de responsabilidad penal, debido a que el supuesto autor de los hechos, A.M.C., un compañero suyo de la residencia, ya ha fallecido.

Así lo confirmaron a Europa Press fuentes judiciales, quienes explicaron que el titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Córdoba ha dictado un auto de extinción de responsabilidad penal porque esta persona ha muerto.

De este modo, a nivel penal se cierra el caso, independientemente de la vía civil, en función de si la familia de la fallecida ha reclamado algún tipo de indemnización por estos hechos.

El suceso ocurrió el 12 de diciembre de 2007 cuando la víctima, que se encontraba en estado terminal, fue golpeada "brutalmente" en la cabeza con una zapatilla por A.M.C., con trastornos de conducta y que en la fecha del suceso tenía 59 años. Él sufría un cuadro psiquiátrico grave por alcoholismo y al parecer logró liberarse de las ataduras que le sujetaban. Ella tuvo que ser trasladada al hospital Cruz Roja de la capital cordobesa, donde posteriormente falleció.

El hombre supuestamente cometió la agresión horas antes de ser trasladado a un centro psicogeriátrico, ajustado a su perfil. Ambos residentes ocupaban habitaciones contiguas en una zona de la residencia controlada con vigilancia permanente, tanto por personal especializado, como por televigilancia.

Además, una auxiliar de enfermería comprobaba personalmente cada 15 minutos el estado de la anciana fallecida, que padecía una enfermedad terminal, y también a Antonio M.C., que había ingresado en la residencia en agosto de 2007 por decisión judicial y como un caso de urgencia social, ya que padecía trastornos de la conducta provocados por su alcoholismo.

La anciana, a pesar de los golpes que Antonio M.C. presuntamente le propinó con una zapatilla, no gritó ni llamó la atención de la auxiliar, dado que padecía una afasia que se lo impedía, es decir no tenía capacidad de reacción.

El presunto autor consumó el supuesto asesinato, estrangulando a la víctima con sus propias manos --dejando marcas en el cuello--, arrancado incluso gran parte del cuero cabelludo a la señora y golpeándola con una zapatilla en la cara y cabeza en reiteradas ocasiones, según las investigaciones que se llevaron a cabo.