El abanico se convierte en el complemento más demandado y experimenta un aumento de ventas

Actualizado: domingo, 5 julio 2009 11:46

SEVILLA, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -

En esta época del año cuando las temperaturas se convierten en las protagonistas de la vida cotidiana de cualquier persona, el abanico 'resucita' como el complemento más demandado por turistas y sevillanos para sofocar el calor, por lo que experimenta un aumento de ventas en verano.

Los hay de diferentes tamaños, formas y colores, bien para hombres o para mujeres, siempre en función del uso que cada uno quiera darle a este sencillo instrumento. Así lo explicó, en declaraciones a Europa Press Televisión, el responsable de un establecimiento sevillano especializado en la elaboración de estos artículos, Miguel Alonso, quien señaló que existen abanicos de "palo santo, palo rosa o abedul", entre otros. "Son diferentes, también los tipos de maderas que son muy nobles y flexibles, por lo que al menear el abanico echa más aire".

Asimismo, indicó que los abanicos "tradicionales, los que utilizan las mujeres" pueden ser lisos o calados, "es más pequeñito y manejable" para llevarlo en el bolso. Su precio, dijo, es "muy económico", entre seis y ocho euros. "Es un artículo muy sevillano que el turista lleva mucho, para el calor que hace aquí", sentenció.

Pero el mundo del abanico es muy amplio y los gustos muy variados. Los hay de tul, "que es el que demanda mucho el turista italiano, en rojo o negro"; o los denominados "baraja", cuyas varillas son "todas" de madera. "Es más ancho y pesa más. Normalmente se utiliza para decoración", insistió Alonso.

Al igual que los de nácar, que son de coleccionista y sólo se utilizan para "determinadas fechas" porque suelen "pesar mucho y son muy pequeños". A simple vista, este artículo puede triunfar más entre las mujeres, pero lo cierto es que cada vez son más los hombres que buscan en el abanico un aliado capaz de agitar un poco de aire fresco.

En este sentido, Alonso afirmó que el hombre "tradicionalmente" compra abanico, pero es "muy especial" y opta por tres colores concretamente: burdeo, azul o negro.

Al hilo, aseguró que el cliente masculino "no cambia mucho de abanico". Sin embargo, manifestó que la mujer se deja llevar más por las "modas o tendencias". Así, elige abanicos con el "país" --el trozo de tela junto a la varilla-- más estrecho o más ancho, según le convenga, con puntas redondeadas --"el que se utilizaban antiguamente"-- o más lisas, "los de ahora".

No obstante, admitió que "actualmente" se está observando un cambio en la tendencia del hombre en cuanto a la compra de este práctico instrumento, ya que está optando por otro tipo "más parecido al de la mujer" en cuanto al tamaño. "La diferencia radica en que el del hombre la varilla es lisa, mientras que el de la señora es calada", insistió.

COLORES SEGÚN LA CIUDAD

En cuanto a los colores, este especialista en abanicos reconoció que los sevillanos prefieren un colorido "más llamativo y vivo", por lo que destacó los tonos naranjas, azules, celestes, rojos, pistachos o morados, "que son los que se están llevando ahora". Si embargo, aseguró que el cliente "de la mitad de España para arriba" prefiere un abanico "más clásico" con colores como el "avellana, burdeo, nogal o verde botella".

Por último, según la sofisticación de su diseño y la calidad de los materiales, algunos abanicos pueden alcanzar un precio superior a los 500 euros. "El precio es muy variable, los hay que oscilan entre los cinco y los ocho euros y otros que pueden alcanzar los 700 y los 800 euros, en función del uso que se le quiera dar", afirmó Alonso, que aseguró que la venta de este complemento aumenta "bastante" en Sevilla y se refleja "sobre todo" en los abanicos tradicionales.