El aumento de los años de enseñanza obligatoria genera un aumento del absentismo escolar, según informe

Actualizado: domingo, 23 agosto 2009 13:23

Lamentan que "los gitanos sólo están en los medios para lo negativo, pero no que las niñas gitanas se titulan cada vez más"

La experiencia acumulada muestra que "no basta con una política basada únicamente en sanciones", según Manuel Ángel Río

SEVILLA, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

El informe 'Intervención socioeducativa y configuraciones familiares alejadas de la norma escolar', realizado por los investigadores de la Universidad de Sevilla Manuel Ángel Río y Jorge Benítez con la colaboración del Centro de Estudios Andaluces, organismo dependiente de la Consejería de la Presidencia, revela que "la implantación de la Ley Orgánica General del Sistema Educativo (Logse) de 1990 produjo el efecto del absentismo, pues el aumento de los años de enseñanza obligatoria que conllevaba la Logse generó un mayor número de casos de abandonos escolares tempranos".

En declaraciones a Europa Press, el doctor en Sociología Manuel Ángel Río señaló que, como consecuencia de la implantación de esta ley, "el absentismo constituiría una problemática a situar entre las ausencias escolares y las rupturas definitivas de estos jóvenes con los frágiles vínculos que mantenían con el sistema educativo".

En este sentido, relacionó esta circunstancia con el hecho de que aparecieran otros problemas en el sistema educativo español como la alta tasa de abandonos prematuros, sobre todo entre estudiantes varones que alejan sus estudios para enrolarse en puestos laborales precarios y descualificados, lo que les convierte "en primeros candidatos al desempleo en cuanto se agudiza una crisis económica", dijo.

Pese a esto, quiso resaltar que "durante los últimos 15 años se han producidos los mayores avances en cuanto a lograr la asistencia regular a las aulas de alumnado procedente de distintas clases sociales y comunidades étnicas".

A este respecto, manifestó que la acción contra el absentismo comenzó "tarde", pues en 1998, como indicaba la Oficina del Defensor del Pueblo en un informe pionero sobre la cuestión, Andalucía carecía de una normativa específica para definir y tratar el absentismo, algo que comenzó a cambiar en 2001 con el primer decreto de una seria sucesiva de normas que han ido mejorando los criterios de identificación y registro del problema, así como la coordinación en su abordaje.

USO PARTIDISTA Y MEDIÁTICO

Una de las primeras causas, según el profesor de Sociología de la Educación de la Universidad de Sevilla, es el "uso partidista y mediático" de los problemas del sistema educativo, manteniéndose así la invisibilidad estadística de un fenómeno socialmente estratificado. Además, siguen existiendo en Andalucía centros de Atención Educativa Preferente que acumulan altas tasas de absentismo.

Ante esto, subrayó que "los centros deben actuar en función de las distintas modalidades de absentismo que registran y de las circunstancias que rodean a cada caso, evitando que, a veces, se llegue al extremo de no registrar y no denunciar las ausencias de menores que, en los días que asisten a clase, generan especiales problemas de conducta".

Asimismo, apostó por que los educadores sociales formen parte de las plantillas de los centros, habilitándose, también, un grupo de inspectores específicamente dedicados a cuestiones de absentismo y con capacidad de control sobre las familias y sobre los propios centros, "como bien ha hecho el actual gobierno francés", aseguró.

De igual modo, apuntó que las mesas municipales contra el absentismo suponen "una imprescindible medida de coordinación", aunque matizó que la coordinación entre todos los elementos debería "mejorar" y así se daría "una mejor coordinación entre centros escolares y centros de salud, a fin de que éstos sean más rigurosos a la hora de distribuir justificantes de faltas por enfermedad, así como una rápida intervención de la Fiscalía ante casos de absentismos".

Río reconoció que el absentismo presenta mayor incidencia social entre miembros de la población gitana en edad escolar y, además, señaló que ahora aparece una parte de la ciudadanía gitana procedente de otros países de Europa, un tema que habría que abordar "sin demoras y en profundidad". En este aspecto, solicitó que también se hable en los medios de la cada vez mayor diversidad de actitudes hacia la escuela de esta población y no sólo relacionar absentismo con este colectivo, pues parece que "los gitanos sólo están en los medios para lo negativo, pero no aparecen titulares que den cuenta de cómo las niñas gitanas, a pesar de su históricamente dificultosa posición dentro de la propia comunidad, obtienen mejores resultados escolares que los varones, y que cada vez son más ellas las que se titulan".

Entre otros factores que influyen en la aparición del absentismo dijo que el estudio revela que la existencia de hermanos mayores absentistas multiplica las posibilidades de que se reproduzcan esas conductas entre los menores o el aumento de la probabilidad de absentismo en hogares donde los padres, a su vez, también fueron absentistas, abandonando prematuramente la escuela.

NO BASTA CON SANCIONAR

Como posibles medidas para paliar este mal, el doctor en sociología planteó que, junto con la actuación temprana, habría que poner en marcha iniciativas dirigidas especialmente a los casos más recuperables, pues la experiencia acumulada muestra que no basta con una política basada únicamente en sanciones, como la consistente en supeditar el cobro de ayudas familiares a la asistencia filial a clases, ya que resulta injusto que una familia no obtenga ingresos básicos, porque un adolescente a cargo "se enroca y no se levanta".

Por otro lado, precisó que el hecho de que sean los centros los encargados de expedir certificados de asistencia para cobrar salarios sociales "multiplica las fricciones y desconfianzas habituales entre docentes y padres, y asociar a los docentes labores coactivas disminuye las posibilidades de concienciar a las familias en los valores y beneficios de la escolaridad".

Una medida posible, según Río, "siempre combinada con otras que ya se aplican, podría ser la de conceder incentivos temporales que posibiliten y favorezcan el interés doméstico por la escolaridad, como se pretende ahora en Andalucía con las nuevas y necesarias becas-salarios dirigidas a potenciar la continuidad escolar concluida la ESO de las capas sociales con mayor abandono".

El profesor concluyó que luchar contra la desigualdad social sigue siendo la "más prioritaria y segura vía para avanzar en la cruzada contra el absentismo escolar en el sistema educativo andaluz" y "no culpar de todo a la cultura de los otros mientras se ignora la influencia en el abandono escolar de las condiciones sociales como un salario mínimo o las jornadas laborables interminables".