Bodegas Barbadillo prevé una cosecha de 10,5 millones de kilos de uvas blanca y tinta, un 35 por ciento mas que en 2005

Actualizado: jueves, 17 agosto 2006 20:15

SEVILLA, 17 Ago. (EUROPA PRESS) -

Bodegas Barbadillo, radicada en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), espera iniciar la próxima semana la campaña de vendimia 2006, en la que prevé cosechar 10,5 millones de kilos de uvas para vinos blancos y tintos, previsiones que supondrían un incremento del 35 por ciento con respecto a 2005.

Según indicó Bodegas Barbadillo en una nota remitida a Europa Press, de esos 10,5 millones de kilos, 10 millones corresponden a uva blanca y 500.000 kilos a tinta.

Precisó que a pesar del incremento del 35 por ciento con respecto a 2005, como consecuencia de la sequía las previsiones para este año son inferiores a los resultados de 2004.

De los diez millones de kilos de uva blanca, tres y medio proceden de las 500 hectáreas de viñedo que la bodega posee en sus fincas de Santa Lucía y Gibalbín, mientras que el resto proceden de diversas viñas ubicadas en pagos de los municipios gaditanos de Jerez de la Frontera y Sanlúcar de Barrameda.

De esta forma, suman un total de 31 proveedores de uva blanca "seleccionados entre los de mayor calidad del marco de Jerez". Con la mayoría de estos, Barbadillo mantiene contratos de compra de uva plurianuales, de forma que "creemos que Barbadillo es el primer comprador de uva del Marco".

La empresa aseguró que tanto la uva propia como de los colaboradores "presenta unos índices de sanidad excelentes, pues se les hace un control exhaustivo de calidad durante todo el año".

Las fuentes recordaron que previamente al inicio de la vendimia se realiza un pie de cuba con levaduras autóctonas desarrollada de forma exclusiva por Barbadillo en colaboración con la Universidad de Cádiz. Dicho pie de cuba se realiza con 100.000 kilos de uva.

Además precisaron que el 30 por ciento de la vendimia 2006 será mecanizada y nocturna, mientras que el transporte se realiza en remolques de 9.000 kilos de promedio que tardan entre 15 y 60 minutos en llegar al lagar. Agregaron que "las bajas temperaturas de la noche permiten que el mosto llegue a un promedio de tres o cuatro grados más bajo que en la vendimia manual, lo que hace que las reacciones de oxidación en ese período se limiten, obteniéndose mostos de mucha calidad".

Barbadillo recordó que Castillo de San Diego "es el primer vino en salir al mercado cada cosecha por la climatología de la zona, la tecnología de la vinificación y la capacidad de la red comercial" y destacó que este vino está logrando "además de consolidar su situación como primera marca de vino blanco en el mercado español, numerosos éxitos comerciales en nuevos mercados como Holanda, Dinamarca y la costa Oeste norteamericana".

UVA TINTA

En cuanto a las variedades tintas, éstas abarcan actualmente una superficie de 115 hectáreas, a las que suman 41 hectáreas de proveedores externos.

Tras destacar los "excelentes índices de sanidad" de la uva, Barbadillo explicó que el proceso de maduración se encuentra actualmente en la fase final "y se está acercando al momento de la vendimia para la mayoría de estas variedades". Indicó que estas uvas no van a experimentar efectos por la sequía "porque durante todo el año se ha seguido una estrategia de riego por goteo encaminada a la obtención de una evolución óptima de la uva".

PLANTA DE VINIFICACION

Barbadillo también destacó que para la cosecha 2006 se encuentra a pleno rendimiento la primera fase de la nueva planta de vinificación, inaugurada el pasado año. La inversión destinada a dicha planta es de 3,5 millones de euros en la primera fase y el plan de plantación de viñas se cuantifica en 3,2 millones de euros en la primera fase.

"Hemos construido una planta de vinificación que aplica la más moderna tecnología existente para extraer el máximo potencial de las uvas", agregaron las fuentes, que resaltaron que con estas instalaciones "se aprovecha la fuerza de la gravedad durante todo el proceso de elaboración, las distancias de desplazamiento se minimizan y se evita el roce y el aumento de la presión dentro de las tuberías de vendimia, para evitar que la piel se desgarre y se triture".