Dársenas en cruces y bandas de seguridad junto a aparcamientos, incluidas en el plan de mejoras del carril bici

Actualizado: domingo, 8 agosto 2010 14:40

SEVILLA, 8 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Delegación de Infraestructuras para la Sostenibilidad del Ayuntamiento de Sevilla ha adjudicado por 2,2 millones a la empresa Rus un proyecto para la adecuación, acondicionamiento y mejoras en materia de seguridad vial para la red de carriles bici de Sevilla, que durará siete meses y en el que se incluyen mejoras tales como la creación de dársenas de espera exclusivas para ciclistas en los cruces o de bandas de seguridad frente a carriles de aparcamiento en batería, para evitar la intrusión de una parte de los vehículos en la vía ciclista.

Según los datos del proyecto, a los que ha tenido acceso Europa Press, la iniciativa pertenece al Plan 5.000 y se compone de actuaciones generales derivadas de líneas maestras, con un número más reducido de intervenciones concretas de mayor enjundia y pensadas para resolver aquellos puntos que demandan un cambio sustancial para garantizar el mejor funcionamiento de la vía ciclista.

Entre las premisas básicas se cuenta la intención de conseguir una mayor adherencia de la rodadura ciclista, especialmente en los lugares donde pueda haber riesgo de mayores velocidades, así como la necesidad de eliminar los posibles obstáculos existentes en la red de carriles bici.

De esta manera, se contempla una coordinación de fases semafóricas para coches y bicicletas, de manera que éstas últimas dispongan, cuando sea posible, de fase exclusiva, con el objetivo de evitar las situaciones de peligrosidad que se producen cuando ambos comparten la fase ámbar. Se instalarán módulos 'leds' exclusivos para ciclistas en los semáforos para la regulación diferenciadas, al tiempo que se fresarán y repintarán las intersecciones para subsanar en lo posible el desgaste de la superficie de rodadura.

Asimismo, el Consistorio promueve la mejora de la señalización horizontal y la implantación de un revestimiento antideslizante para evitar accidentes los días de lluvia. También se plantea la colocación de separadores físicos para las vías ciclistas --con balizas luminosas o reflectantes-- y la adecuación de los pasos elevados.

Por otro lado, el proyecto también incluye la plantación de árboles de sombra en tramos de gran longitud abiertamente expuestos al sol --situación especialmente grave en verano--, así como la eliminación de obstáculos y, en atención al colectivo de personas invidentes, la colocación de bandas y señalizaciones podotáctiles.

INTERVENCIÓN ESPECIAL EN LAS PARADAS DE AUTOBÚS

El Ayuntamiento abanderará una acción concreta sobre las interferencias de aparcamientos contiguos a las vías ciclistas, ya que se ha detectado que en muchas ocasiones los vehículos que aparcan en batería invaden parte del carril, por lo que se podría disponer de una zona de bordillo recrecido de unos 60 centímetros de ancho total entre la vía ciclista y el aparcamiento que separe ambas infraestructuras y la redistribución de plazas adoptando un esquema en espina o, si no es posible, dotar al aparcamiento de bolardos que lo separen de la vía ciclista.

Según el proyecto, se suavizará el trazado de las curvas y se crearán dársenas de espera en los cruces. También se prevé la creación de 'orejas' de acerado, para evitar que el aparcamiento ilegal de coches en los cruces suponga una merma de la visibilidad.

Un punto especialmente conflictivo, y que el Ayuntamiento quiere cuidar especialmente en la red de carriles bici, son los enclaves de coexistencia peatón-ciclista en las paradas de autobús, para lo que se haría necesario desplazar los pasos de peatones sobre la vía ciclista para alejarlos de las marquesinas y mejorar la visibilidad, con la interposición de barreras paralelamente al carril.