Ecologistas avisa del "deterioro" del Corredor del Guadiamar 22 años después de la catástrofe de la mina de Aznalcóllar

Caballos en el Corredor Verde del Guadiamar
Caballos en el Corredor Verde del Guadiamar - ECOLOGISTAS
Publicado: martes, 28 abril 2020 19:41

AZNALCÓLLAR (SEVILLA), 28 Abr. (EUROPA PRESS) -

Cuando se cumplen 22 años de la gran catástrofe medioambiental derivada del vertido masivo de lodos tóxicos al área de influencia del río Guadiamar, como consecuencia de una fractura en la balsa de residuos de metales pesados del complejo minero de Aznalcóllar (Sevilla), explotado entonces por Boliden-Andaluza de Piritas S.A. (Apirsa), Ecologistas en Acción ha avisado del "deterioro" del Corredor Verde creado en torno a dicho cauce a cuenta del regadío intensivo y otros aspectos.

En un comunicado, Ecologistas en Acción ha recordado que la "única consecuencia positiva" de aquella catástrofe medioambiental fue la posterior creación del Corredor Verde del Guadiamar gracias al gran proyecto de regeneración promovido en la zona, con la plantación de 1,7 millones de árboles y arbustos diferentes y la conformación de un pasillo natural de más de 60 kilómetros entre Doñana, su área de influencia y la Sierra Morena sevillana.

Y es que dicho entorno natural sufre actualmente "afecciones por la apuesta por el regadío que se hizo en los años 70". "En este espacio de varios miles de hectáreas se vienen extrayendo, desde el inicio del plan de transformación, desecación y puesta en cultivo de grandes extensiones de marisma natural, aguas subterráneas para regadíos en cantidades muy superiores a las que garantizarían la viabilidad de los ecosistemas vinculados al mantenimiento de niveles freáticos en buen estado. Muchas de estas extracciones son además ilegales".

"Ante esta situación, las administraciones, en lugar de acotar la zona regable a las extracciones autorizadas, ofrecen aguas del Guadiamar procedentes del embalse del Ágrio a cambio del cierre de pozos, en un ejercicio que raya la prevaricación y que prima al infractor", avisan los ecologistas.

Según los mismos, "el corredor ecológico pasa así a convertirse en un canal de riego, en el que el régimen fluvial de aguas no se corresponde con el natural, sino que obedece a las necesidades de los regantes, perdiendo su carácter de curso natural no regulado, alterándose gravemente su función ecológica como espacio protegido". "Esta situación va a ir a más con el pretendido recrecimiento de la presa del embalse del Agrio para garantizar los regadíos marismeños", alertan.

Otro aspecto que critican es "la proliferación de caballos en el Corredor Verde, que no hace más que intensificarse ante la dejación de la administración, excediendo las zonas acotadas inicialmente para este fin, con caballos esparcidos por todo el corredor, con la indudable afección a la arboleda, que no se compensa con su posible efecto beneficioso de control de la vegetación herbácea que pudiera dar lugar a incendios".

"Este descontrol incide en el riesgo sanitario que supone tener caballos alimentándose de terrenos con una importante contaminación metálica residual en los suelos y la vegetación que pasarían a la cadena alimentaria humana en caso de que alguno de esos caballos se lleven a matadero para su consumo", concluyen los ecologistas.

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