Fiscalía pide prisión permanente revisable para el padre del bebé fallecido por malos tratos en Sevilla

Juzgados de Sevilla
Archivo/Europa Press
Actualizado: jueves, 10 enero 2019 18:12

SEVILLA, 10 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía de Sevilla ha pedido prisión permanente revisable por un delito de asesinato para B.S.R.G., el padre del bebé de seis meses de edad que falleció el 17 de junio de 2017 en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla a consecuencia de los presuntos malos tratos sufridos por parte de sus progenitores, en una causa judicial en la que también se encuentra como investigada la madre R.F.G.

Así se lo señala el fiscal en su escrito de acusación, notificado a las partes a finales del pasado mes de diciembre y al que ha tenido acceso Europa Press, y en el que solicita la apertura del juicio oral, en este caso por el procedimiento de juicio con jurado. Para el Ministerio Público, los hechos investigados son constitutivos de un delito de abandono de familia, un delito de maltrato en el ámbito familiar y un delito de asesinato con la agravante de parentesco.

En este sentido, considera al padre, nacido en 1997, coautor de un delito de abandono de familia, por el que le pide seis meses de prisión; autor de un delito de maltrato en el ámbito familiar, por el que le reclama un año de prisión y privación del derecho a la tenencia de armas durante tres años; y autor de un delito de asesinato con la agravante de parentesco, por el que el Ministerio Público exige prisión permanente revisable.

Por su parte, para la madre, nacida en 1998, pide un año y seis meses de prisión como coautora de un delito de abandono de familia y autora de un delito de maltrato. En este sentido, según han informado a Europa Press fuentes del caso, la defensa de la madre, que ejerce la abogada Marta Aguilar, ha solicitado la libre absolución para su representada. De otro lado, el abogado del padre también ha reclamado la absolución para su cliente.

Cabe recordar que el juez de refuerzo del Juzgado de Instrucción número 6 de Sevilla, Ignacio Vilaplana, dictó un auto con fecha de 15 de marzo de 2018 en el que transformaba en procedimiento para el juicio ante el tribunal del jurado la causa seguida contra los padres del bebé de seis meses que falleció el 17 de junio de 2017 en el Hospital Virgen Macarena de la capital hispalense a consecuencia de los presuntos malos tratos sufridos.

"DESPRECIO A SUS DEBERES COMO PADRES"

Según el relato de los hechos de la Fiscalía, B.S.R.G. y R.F.G. mantenían una relación sentimental y vivían de "ocupas" en un piso de la calle Playa de Valdelagrana de la ciudad hispalense. El 15 de diciembre de 2016 nació de forma prematura su hijo, con un peso de 1,145 gramos, por lo que permaneció ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) Neonatal del Hospital Virgen Macarena de la capital hasta el 16 de marzo de 2017.

Durante este primer ingreso, el menor "estaba perfectamente asistido" por los profesionales sanitarios, si bien los acusados, "con desprecio a sus deberes como padres", mostraron "total despreocupación en el proceso de seguimiento de las enfermedades y de recuperación del recién nacido y mantenían "un constante comportamiento agresivo y disruptivo con los médicos, personal y otros pacientes del hospital", según el escrito de la Fiscalía, adelantado por Diario de Sevilla.

Tras quedar nuevamente ingresado el bebé el 17 de marzo hasta el 8 de abril de 2017 para operarle una perforación intestinal, los acusados "mostraron una actitud más colaboradora con los cuidadores de su hijo, acudiendo con regularidad y atendiendo toda las peticiones de contacto", por lo que por parte de los trabajadores sociales del hospital se bajó el nivel de alarma por la desprotección familiar, si bien fue cursada la notificación de maltrato a los Servicios Sociales el 11 de abril.

"MÁS DE DOCE HORAS SIN COMER"

Desde el alta hospitalaria del 8 de abril y hasta el 12 de junio, el bebé estuvo bajo la responsabilidad exclusiva de sus padres, quienes, sin embargo, "con dejación de sus obligaciones, no le procuraban los cuidados necesarios": le daban de comer "a su antojo, dejándole en alguna ocasión más de doce horas sin comer; la acusada le retiró el suplemento de hierro y la leche especial prescrita por los facultativos; ambos consumían cannabis en presencia del niño y evitaron el control médico del niño, no acudiendo a las nueve citas programadas en Neonatología desde el 23 de abril al 8 de junio, todo ello para que no se detectase la ausencia de cuidados debidos, los signos de desnutrición del niño, que perdía peso progresivamente, o los hematomas sufridos, no habiendo tramitado tampoco la tarjeta sanitaria del bebé".

"En fecha no determinada del mes de mayo, el acusado, al intentar que el niño se tomara la leche del biberón, como quiera que no paraba de llorar, de forma agresiva, le apretó con fuerza la cabeza con una de sus manos y con la otra le presionó las mandíbulas provocándole hematomas en la cara. Como el niño seguía llorando, lo zarandeó, cogiéndolo con una mano de la cabeza y la otra en el cuerpo", según relata la Fiscalía.

La madre, que quedó en libertad provisional el 15 de marzo de 2018, presenció la agresión a su hijo pero no hizo nada por impedirlo y ni lo llevó al médico para curarle".

Alrededor de las 14,00 horas del 12 de junio, el acusado, que se encuentra en prisión provisional por estos hechos, se quedó solo en el domicilio familiar con el bebé. B.S.R.G, "con ánimo de causar la muerte a su hijo o, en todo caso, sin importarle que se muriera, apretando su cabeza, la chocó violentamente contra una superficie lisa y dura no determinada, al tiempo que lo zarandeaba de forma brusca y acelerada".

Traumatismo craneoencefálico severo que provocó la fractura del cráneo del bebé a varios niveles. Poco después llegó al domicilio una amiga de los acusados, quien, "sin saber lo que había ocurrido y ante las manifestaciones del padre de que el niño se le había atragantado", lo auxilio y llevó con él al niño al Hospital, que ingresó en Urgencias con parada respiratoria sobre las 15,40.

El padre manifestó en el Hospital que se había atragantado con la leche del biberón, "ocultando en todo momento la violencia desplegada por él y el golpe mortal dado al niño". Tras observarse signos de desnutrición y hematomas, los acusados negaron que el niño hubiera sufrido algún traumatismo craneoencefálico, "por lo que no se aplicaron medidas anti-edema hasta muchas horas después".

Con un TAC craneal un día después "se descubrió que el niño tenía hasta tres fracturas craneales en distintas zonas". A pesar de los esfuerzos terapéuticos realizados en los días posteriores en el Hospital, el bebé falleció a las 10,35 horas del 17 junio.

"UN SOLO GOLPE CON MUCHA ENERGÍA"

Las dos médicos forenses del Instituto de Medicina Legal de Sevilla que realizaron la autopsia al bebé han señalado presentaba en la cabeza un solo golpe contra una superficie plana y que le provocó el traumatismo craneoencefálico.

Las doctoras apuntaron que el bebé presentaba un solo golpe en la cabeza, sufriendo de manera coetánea fractura craneal, precisando que estas fracturas en la cabeza fueron producidas por un único golpe, que es "tan fuerte y es tal la energía", que provocó fracturas en la pared opuesta del cerebro a la que recibió el golpe por la presión interna.

Las dos forenses indicaron en que las fracturas están datadas con el día del ingreso del bebé en el Hospital Virgen Macarena de Sevilla, sin que éste presentara lesiones anteriores.

A preguntas de la Fiscalía, las forenses apuntaron a un golpe "con mucha energía, con violencia", apoyando de esta manera la tesis del Ministerio Público de intencionalidad en los golpes recibidos por el bebé por parte del progenitor. En este sentido, la energía del golpe evidencia que "no es un simple golpe fortuito" que pueda recibir un niño cuando es pequeño, sino que es "excepcional".