SEVILLA, 22 Nov. (EUROPA PRESS) -
La nueva edición de las Jornadas de Patrimonio Histórico y Cultural de la Provincia de Sevilla, celebradas en la Casa de la Provincia, ha finalizado con la idea de ceñir las actuaciones en materia de patrimonio histórico urbano a criterios de "sostenibilidad" social, medioambiental, cultural y económica.
Según ha explicado en estas jornadas Maribel Rodríguez Achútegui, representante del Museo de La Rinconada e integrante de la comisión organizadora de las jornadas; compuesta también por los profesores universitarios Fernando Quiles y Francisco José García; Francisco Mantecón del Museo de Alcalá de Guadaíra y José Reina de la Casa de la Provincia; durante las conferencias se ha puesto de manifiesto la "variada casuística que se esconde detrás de la gestión del patrimonio arqueológico urbano y la diversidad de factores", como el tamaño, potencial patrimonial, dinámica histórica, o el desarrollo del planeamiento, que "condicionan los modelos y soluciones adoptadas en cada ciudad".
Ello contribuye a que cada "caso sea singular y solo se entienda en relación con sus propias circunstancias" y profundiza en el "carácter poliédrico de la gestión del patrimonio arqueológico urbano y la dificultad para separar los distintos niveles de actuación: protección, planeamiento, conservación, puesta en valor, dinamización, etcétera".
En este sentido, las distintas ponencias han resultado complementarias entre sí, ya que sus responsables han hecho más hincapié en uno o varios niveles, en función de la situación actual de la gestión del patrimonio arqueológico en sus respectivos municipios, teniendo siempre como telón de fondo su enorme potencial social como recurso cultural, según Rodríguez Achútegui.
La variedad de iniciativas y proyectos de valorización y musealización presentadas ha sido, por tanto, tan amplia como la propia casuística, abarcando prácticamente todo el abanico de posibilidades que ofrece la interpretación patrimonial: museos en sus distintas variantes, centros de interpretación, yacimientos musealizados, programas de actividades al aire libre, recreacionismo histórico, proyectos educativos, sociales, etcétera.
En todos los casos se ha puesto de relieve la necesidad de mantener "un equilibrio entre el desarrollo de los municipios, la conservación del patrimonio y el mantenimiento del tejido social".
Una reflexión que se ha conectado también a la relación y engarce de la gestión autonómica y la local en la gestión del patrimonio y sobre el delicado equilibrio entre la necesidad de visitante y el peligro de saturación turística de lugares patrimoniales.
Como colofón, en las jornadas se han presentado casos en los que se ha trabajado especialmente la potencialidad del patrimonio para generar identidad, autoestima y participación y se ha visto como, a través de intervenciones patrimoniales, se han cambiado percepciones negativas sobre el territorio y como a través de la participación la ciudadanía se reencontraba con los valores de su municipio.
