Maeztu apuesta por una "regeneración" de las instituciones y defiende "una articulación de las normas contra la pobreza"

El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 5 diciembre 2014 12:38

SEVILLA, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -

El Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, apuesta por una "regeneración" de las instituciones, que dice "se aplica a sí mismo", toda vez que defiende "una articulación de las normas contra la pobreza", que "ya ha pedido" en el Parlamento y "espera" sea antes de que acabe la presente legislatura.

En una entrevista a Canal Sur Televisión, recogida por Europa Press, Maeztu ha señalado sobre la decisión de que la ayuda a los parados de larga duración dure seis meses, que la reforma laboral "no estaba bien diseñada", porque "se hizo en un tiempo muy duro de recesión y se jugó demasiado con la temporalidad", afirma, al tiempo que ha recordado que "el 50% de los trabajadores en paro ya no tiene prestación, una situación que se acrecienta con el tema de pobreza energética, lo que es una tragedia". "Esto es un parcheo de una reforma laboral que se hizo en un momento determinado", pero "ya ahora ganar 1.000 euros es una especie de sueño", añade.

Así, y aunque "da la bienvenida" a esos seis meses, insiste en su "preocupación" por ese 50% sin prestación, y afirma que "450 euros es un número mágico para todas las ayudas". Pero, matiza, "habría que articular todo eso a medio plazo", porque todo "es consecuencia de que se está improvisando mucho; no hay modelo ninguno, se ha perdido incluso la flexibilidad del Estatuto de los Trabajadores, la condiciones de trabajo son unilaterales, la negociación colectiva, depende, y no hay consumo, ni actividad". "Creo que vamos caminando a muy corto plazo".

Por otra parte, y cuestionado la percepción que cree que tienen los ciudadanos de los políticos y la corrupción, Maeztu señala que "su percepción es que es muy difícil trabajar en cualquier tema teniendo el fondo que se tiene", toda vez que asegura "constatar" que la primera preocupación de los ciudadanos es el paro. "El agravio comparativo es muy fuerte, porque cuando te enteras de que Bankia ha maquillado los datos para salir en bolsa, a ver cómo le explicas estos a alguien a quien le cortan el agua".

"No quiero ser catastrofista, pero esto es muy difícil de explicar", insiste el Defensor, quien asegura que "la rabia es tan grande que impide afrontar serenamente las cosas". "Ahora se está poniendo el listón muy alto y eso es positivo", aunque "no todo es corrupción, porque nos podemos cargar todo el país interesadamente". "Hay que predicar con el ejemplo, que las medidas sean proporcionadas e iguales para todos, y que sean efectivas".

"FALTA CONSENSO" PARA LUCHAR CONTRA LA CORRUPCIÓN

En este sentido, y sobre si las administraciones están por la labor de poner sobre la mesa alguna solución a la corrupción, Maeztu asegura que "hay conciencia" y que "lo que falta es cultura de consenso". "Tiene que haber una cultura de consenso y tener cuidado de no llegar muy tarde a esto", porque "cada vez se pone más en cuestión el sistema y las instituciones". "Cada día que pase la exigencia de la ciudadanía va a ser mayor, porque ya hay más participación aunque sea en forma de rebeldía". "Hay que llegar a un consenso, sentarse en la mesa, arreglar los problemas y no dejarlos dormir, porque todo lo que se duerme, pasa el tren, y se paga un precio doble", manifiesta el Defensor.

Por otra parte, y sobre pobreza, apuesta por "una articulación de las normas contra la pobreza". "En la familia no puede haber cortes, porque, por ejemplo, cada día en Málaga 19 familias se quedan sin agua", argumenta Maeztu, que defiende "compaginar empleo, renta básica y pobreza energética con un buen sistema de funcionamiento". "Hace falta una articulación de las normas contra la pobreza", que "espera sea antes de que se acabe la legislatura". En este sentido, apunta que "ya se ha pedido en el Parlamento una regulación común".

Asimismo, Maeztu reconoce que "ahora mismo las instituciones tiene que regenerarse", un extremo que dice "se aplica a mí mismo". "Ahora mismo todas las instituciones tienen que regenerarse, tener eficiencia, controles propios, transparencia plena y hechos consumados". "En esta reforma de las instituciones es muy importante que cada una vea que grado de eficiencia, qué cumplimiento al ciudadano", destaca, toda vez que dice al respecto que "ahora se está reformando en la Oficina de atención al ciudadano".

Por último, el Defensor reconoce que la mayor parte de las quejas que le llegan a la Defensoría giran en torno a las crisis y sus consecuencias, "el desmantelamiento del modelo de bienestar que trato de que no se pierda, que cuando haya la recuperación económica la huella del modelo permanezca". Así, asegura que desde la Oficina "se va a dedicar este año un espacio solo a la crisis, es decir, cada área tiene que ver qué consecuencias tiene la crisis, porque ha cambiado el modelo de exigencia de los ciudadanos".

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