La Policía Nacional visita nuevamente el poblado de Tablada, que podría ser desalojado mañana

Actualizado: jueves, 2 julio 2009 20:09

SEVILLA, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -

Dos agentes de la Policía Nacional ha visitado hoy, nuevamente, el poblado chabolista creado entre el puente de Juan Carlos I y el puente de hierro de San Juan de Aznalfarache por 41 familias exiliadas del Polígono Sur de por temor a represalias tras la muerte de un menor de 17 años en un tiroteo, por lo que mañana podría consumarse el desalojo ordenado por el Ministerio de Economía y Hacienda como titular de los suelos en los que se alza el campamento.

Una de las portavoces del colectivo, Aurora, informó a Europa Press de que dos agentes, acompañados de un civil, visitaron hoy de nuevo el poblado de chabolas para recordar la orden de desalojo dictada y entregada días atrás en nombre del Ministerio de Economía y Hacienda, por lo que los líderes de este colectivo de familias de etnia gitana podría reunirse "esta noche" para resolver cómo actuar mañana ante el posible despliegue de efectivos policiales para desalojar los terrenos.

A tal efecto, reconoció que las familias tienen ya hechos los "preparativos" ante la posibilidad de que un despliegue policial les obligue a abandonar los suelos que ocupan a orillas del río Guadalquivir, un entorno en el que ya hace varios años residen algunas familias instaladas en precarias infraviviendas. No obstante, advirtió de que el desalojo conduciría a su mudanza hasta otros suelos cercanos, en el Charco de la Pava, porque estas familias no tienen "ningún lugar al que ir" una vez sean desalojadas de la ribera del Guadalquivir.

Por temor a represalias como consecuencia de la muerte de este menor, víctima de una bala perdida, estas familias abandonaron el Polígono Sur y crearon un poblado de chabolas entre los citados puentes, donde habitan más de 300 personas sin electricidad, agua potable o cualquier comodidad. Dado el exilio, la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio precintó las 41 viviendas de titularidad pública en las que residían en el Polígono Sur al objeto de esclarecer su verdadero régimen de ocupación, pues posiblemente sólo tres de las familias habitaba legalmente estos pisos.

Pese a dos intentos de recuperar las viviendas, el resto de las familias del Polígono Sur acordó con este clan de etnia gitana la permanencia de los exiliados en el poblado al menos hasta el mes de septiembre, pues su regreso a la zona podría derivar en un enfrentamiento abierto con la familia a la que pertenecía el menor fallecido.