Innova.- Una empresa aragonesa trabaja en una tecnología de redes sensoriales pionera a nivel mundial

Actualizado: viernes, 17 abril 2009 12:47

ZARAGOZA, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -

La empresa aragonesa Libelium ha creado una tecnología de redes sensoriales pionera a nivel mundial compuesta por un conjunto de comunicadores (motes) dotados de sensores, que adquieren datos del entorno para monitorizar el medio en el que se encuentren.

Los motes, de tamaño similar al de una cámara digital, y alimentados con baterías, se comunican entre sí de manera inalámbrica utilizando el protocolo de bajo consumo ZigBee y permiten, según explicó la gerente de Libelium, Alicia Asín, a Europa Press, captar datos para evitar la propagación de incendios, controlar la contaminación, o vigilar que no haya intrusos en casa, entre otras muchas aplicaciones.

Una importante característica de la topología de estas redes, que actualmente está pendiente de patentar, pero ya se ha vendido en cuarenta países de los cinco continentes, es que todos los motes son a la vez emisores y encaminadores, por lo que no sólo envían los datos que adquieren, sino que también reenvían los mensajes de los motes que tienen en su radio de alcance.

Esta topología ofrece otras ventajas, como la escalabilidad y la alta disponibilidad, ya que la red sensorial se organiza dinámicamente en función de los motes que se añadan o eliminen.

"Esto significa que cuando se añade un mote, debidamente configurado, es reconocido automáticamente por la red y sus datos comienzan a llegar al centro de monitorización a través de ella. Del mismo modo, si uno de los motes deja de funcionar por cualquier razón, los datos de sus motes 'hermanos' podrán llegar a su destino a través de caminos alternativos", aclaró.

Todas estas ventajas, unidas al ahorro de costes que conllevan, hacen que las redes sensoriales sean "mucho más atractivas" que las alternativas cableadas. Con las redes sensoriales los puntos de monitorización pueden cambiar simplemente trasladando los motes a una nueva posición, la instalación de los motes es muy sencilla y además puede ir ampliándose gradualmente en función de las necesidades del usuario.

La primera aportación de esta 'spin off' de la Universidad de Zaragoza, que funciona desde mayo de 2007, en el campo de las redes sensoriales ha sido el mote SquidBee que recibió el impulso económico del Consejo Económico y Social de Aragón, quien otorgó al equipo de investigación de Libelium el premio al Mejor Proyecto de Investigación 2006, por la propuesta de aplicación de redes sensoriales en la detección precoz de incendios forestales.

A la hora de crear el Squidbee, Libelium consideró "fundamental" que el número de sensores que pudieran conectarse debía ser variable para poder ajustarse a las necesidades de cada situación; que existiera la posibilidad de transmitir los datos que adquiría a distancias fuera del radio de alcance de la red sensorial, y que fueran totalmente autónomos.

De esta forma, SquidBee puede conectar hasta 18 sensores diferentes que pueden ser añadidos de manera modular. Éstos son añadidos al mote como sondas de longitud variable, lo que permite medir, por ejemplo, humedad de la tierra en diferentes profundidades y del aire en dos alturas distintas con un único mote; y la alimentación se realiza con una pila de nueve vatios que puede ser recargada por medio de una placa solar.

En condiciones óptimas, SquidBee tiene un radio de transmisión de mil metros que puede incrementarse a varios kilómetros combinándolo con el router inalámbrico MeshLium, diseñado también por Libelium, que actúa como pasarela entre los protocolos ZigBee y WiFi. De esta manera, además de cubrir mayores distancias, se consigue la salida a Internet de los datos adquiridos, creando una completa y versátil plataforma de monitorización.

Tras terminar el diseño de SquidBee, ya están trabajando en el próximo mote que incorporará nuevas mejoras tanto de software como de hardware, como la reducción de tamaño y la ampliación del número de sensores con los que es compatible; además de ahorrar costes siendo el mote el que decida cuando debe encenderse o permanecer latente.

UTILIDADES

A través de una red sensorial inalámbrica se pueden detectar y prevenir incendios forestales. Para ello es posible utilizar sensores de infrarrojos, ultravioleta, para la detección de llamas y calor y gases que permiten detectar las moléculas de los compuestos químicos generados en la misma combustión.

Una vez instalada la red, ésta también puede adquirir a diario los valores de temperatura y humedad relativa y determinar las probabilidades de incendio de cada zona vigilada. Una vez analizados estos datos es posible recibir un mensaje de alarma en el móvil con el nivel de probabilidades y la zona, lo cual ayudará a enfocar de manera más efectiva los esfuerzos de los retenes.

Asimismo, permite controlar el entorno de trabajo para evitar accidentes y para verificar la magnitud de las emisiones producidas en los procesos de fabricación, mejorar la calidad, asegurar su correcto mantenimiento u evaluar niveles de radiación, determinar qué zonas están contaminadas y cuáles tienen un riesgo potencial, además de tenerlas controladas.

En la vivienda, las redes sensoriales inalámbricas pueden detectar posibles intrusos y coordinar y enviar las alarmas oportunas mediante sensores de infrarrojos, ultrasonidos, vibración o presión; así como el estado de puertas y ventanas y zonas inseguras en un edificio.

En el caso de catástrofes naturales como inundaciones, huracanes o terremotos, las comunicaciones pueden ser restablecidas en un menor tiempo ya que las conexiones inalámbricas se establecen automáticamente sin que haya que configurar previamente los equipos. Incluso pueden alimentarse los routers desde los mecheros de los vehículos en el caso en el que no se disponga de acceso a la red eléctrica.