Las 10 personas sin hogar que acceden a una vivienda en un proyecto piloto mejoran su calidad de vida

Rueda de prensa sobre el programa 'Hábitat'
EUROPA PRESS
Publicado: lunes, 21 enero 2019 16:45

Aumentan el cuidado de la salud y desaparece su percepción de discriminación

ZARAGOZA, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las diez personas sin hogar que han accedido a una vivienda municipal en un proyecto piloto desarrollado en la ciudad de Zaragoza dentro del programa 'Hábitat' han mejorado su calidad de vida, así como sus relaciones familiares y su seguridad. Además, ninguna ha abandonado el programa, que sigue la metodología 'Housing First' --Primero la vivienda--.

Así lo han explicado en rueda de prensa la consejera de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Zaragoza, Luisa Broto, el director del programa Hábitat, Roberto Bernad, y la directora de evaluación RAIS, Vanesa Cenjor, entidad de iniciativa social impulsora de este proyecto, que han presentado los datos de la primera evaluación de este proyecto piloto.

En 2014, RAIS puso en marcha el programa 'Hábitat' como primera experiencia española de implantación del modelo 'Housing First', en el que participan 300 personas en 14 municipios de todo el país, según ha indicado el director del programa, Roberto Bernad, que ha precisado que con él se ofrece a personas sin hogar que pernoctan en la calle una vivienda individual propia y con carácter de continuidad.

Los participantes se comprometen a recibir al menos una visita semanal "para ayudar a la persona a determinar cuáles son sus necesidades de recuperación personal y acompañarla según vaya necesitando". Además, han de asumir una convivencia con su vecindario, hacer una aportación del 30 por ciento de sus ingresos al programa, si los tienen, "para trabajar la responsabilidad de mantener una vivienda", y participar en las entrevista de evaluación cada seis meses.

Según ha subrayado Bernad, el apoyo que se da a estas personas no está no condicionado a la consecución de objetivos, ni a otras exigencias habituales en los procesos de intervención social, sino que se incide en que cada uno "trabaje sus procesos personales", a partir de la concesión de una vivienda individual "que pueda sentir como hogar" y "su espacio de recuperación".

Ha comentado que su organización trabaja desde 1998 "para que ninguna persona duerma en la calle" a través de diferentes líneas de acción, una de ellas este programa, destinado a personas mayores de 18 años que viven en la calle o tienen una dilatada trayectoria sin hogar y poseen problemas de salud mental, adicciones o discapacidad.

Ha aportado el dato de que en España hay unas 33.000 personas sin hogar, de las que 23.000 están acudiendo a los servicios existentes y al menos 8.000 estarían fuera de esa red y duermen en la calle, según datos de 2016. En Zaragoza, son unas 2.220 personas las que acuden a los servicios y, según la actualización de 2018, son 120 personas las que pernoctan en la calle.

DIEZ PERSONAS EN ZARAGOZA

La consejera municipal de Derechos Sociales, Luisa Broto, ha detallado que en el marco del compromiso de la ciudad "con las personas sin hogar", esta se ha sumado al proyecto 'Habitat' esta legislatura y en noviembre de 2016 se incorporaron las primeras cinco personas al mismo, a las que se sumaron en junio de 2017 otras cinco, llegando a un total de diez.

Todas ellas fueron seleccionadas de entre 30 candidatos a través de la Unidad de Alojamiento Temporal de Servicios Sociales Especializados y la Coordinadora para personas sin hogar de Zaragoza.

Luisa Broto ha resaltado que un cien por cien de estas personas continúa en las viviendas, es decir, todas, salvo una que falleció y cuya vivienda fue asignada a otra persona de la lista de 30 candidatos, que continua en ella.

Por su parte, la directora de evaluación de RAIS, Vanesa Cenjor, ha indicado que de los diez participantes, ocho son hombres y dos mujeres. Además, del total, siete son de nacionalidad española. La edad media es de 52 años y todos presentaban problemas de adiciones, dos tienen enfermedad mental y ninguna es discapacitada.

PLAN

Broto ha recordado que la implantación de este programa forma parte del primer Plan de Atención para personas sin hogar del Consistorio de la capital aragonesa, que fue aprobado el pasado verano, y que está compuesto por 69 medidas que tratan de asegurar el derecho de todas las personas a una alternativa habitacional.

Este plan busca cambiar el paradigma en el trabajo realizado hasta ahora para frenar el sinhogarismo mediante estrategias centradas en las personas, ha sostenido la consejera municipal.

De forma paralela, ha dicho que el Ayuntamiento ha licitado la reforma del albergue, que va a pasar a llamarse Centro de acogida e inserción para personas sin hogar puesto que "va a cambiar su uso" ya que "se ha quedado desfasado" ante el cambio de la población que recibe, su accesibilidad y equipamiento.

Broto ha indicado que el mes que viene comenzará a andar el Foro Municipal para las personas sin hogar, un órgano de participación cuya función será el seguimiento del trabajo con personas sin hogar y el cumplimiento de las medidas propuestas en el Plan.

METODOLOGÍA

La directora de evaluación de RAIS ha explicado que para conocer el grado de éxito de este programa en Zaragoza se ha llevado a cabo una evaluación externa del primer año con el objeto de proveer evidencias que evalúen en qué medida 'Housing First' supone una alternativa más efectiva y eficiente a las soluciones tradicionales para las personas sin hogar en situación de mayor vulnerabilidad y deterioro.

Se ha entrevistado tanto a los participantes del programa, como a un grupo de control compuesto por las personas que fueron seleccionadas para participar, pero a las que no se les asignó una vivienda.

Una de las herramientas que se ha utilizado para la evaluación ha sido el indicador sintético de calidad de vida 'Qoli3', que expresa numéricamente la percepción de bienestar entre diferentes dimensiones, como alojamiento, actividades de la vida diaria, relaciones familiares, relaciones sociales, situación económica, empleo, seguridad y salud, así como en el tiempo y entre los distintos grupos.

Como base para el cálculo de este indicador se han empleado un conjunto de preguntas incorporadas en un cuestionario basadas en el instrumento 'Quality of Life Interview de Lehman'. En él, el índice de calidad de vida de las personas sin hogar toma un valor comprendido entre cero y cien, los valores cercanos a cero indican bienestar nulo y los cercanos a cien el máximo.

Gracias a este indicador, "se observa cómo las diferencias entre las personas que accedieron a una vivienda y grupo de control en el momento inicial son prácticamente inapreciables, de 47,7 frente a 47,6", si bien "esto cambia radicalmente a los doce meses, pues el índice se mantiene casi igual en el caso de las personas del grupo de control, pero aumenta significativamente en las personas que formaron parte del programa, pasando de 47,7 a 68,1", ha apuntado Cenjor.

En lo que se refiere a las dimensiones de bienestar analizadas, las personas usuarias de Hábitat han mejorado su bienestar más que las del grupo de control en todas las dimensiones. Esta mejora es más acusada en alojamiento, aumentando 42,6 puntos frente al inapreciable 0,9 del grupo de control, así como en la dimensión de seguridad y relaciones familiares con respecto a la evolución en el grupo de control.

Ha habido una reducción en las agresiones y los delitos sufridos según las entrevistas realizadas de forma que antes de recibir la vivienda cinco de las diez personas entrevistadas habían sido víctimas de alguna agresión o delito, pasado en un año a solo dos de los diez.

Asimismo, mejora de forma significativa la percepción de discriminación ya que ninguna de las diez personas afirma sentirse discriminada constantemente. Por su parte, el cuidado de la salud también sale reforzado, algo que se reduce el uso del transporte sanitario y el uso de tratamientos psicológicos, aspectos todos ellos que pueden deberse al proceso de normalización, ha señalado Cenjor.

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