Azcón dice que "es nuestra obligación mantener vivo el recuerdo" de Miguel Ángel Blanco

El alcalde de Zaragoza en el homenaje a Miguel Ángel Blanco.
El alcalde de Zaragoza en el homenaje a Miguel Ángel Blanco. - EUROPA PRESS
Publicado: jueves, 11 julio 2019 12:35

El alcalde dice que "es una ignominia que los asesinos y sus herederos pretendan hacerse pasar por demócratas"

ZARAGOZA, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha afirmado este jueves que "es nuestra obligación mantener vivo el recuerdo" de Miguel Ángel Blanco, asesinado por la banda terrorista ETA hace 22 años. El Ayuntamiento de Zaragoza ha realizado un homenaje en la Casa Consistorial al que han asistido representantes de todos los partidos, excepto ZEC.

En su intervención, Azcón ha dejado claro que "los españoles llevamos en el corazón" el recuerdo de Miguel Ángel Blanco, indicando que lo seguiremos recordando todos los meses de julio "porque los españoles llevamos su recuerdo en el corazón y le debemos gratitud eterna por habernos enlazado de forma solidaria y de manera indisoluble en la batalla contra el terrorismo".

"Es una ignominia que los asesinos y sus herederos pretendan hacerse pasar por demócratas", ha dicho el alcalde, quien ha aseverado que los demócratas deben "posicionarse con unidad frente a quienes pretenden blanquearse ahora", destacando el apoyo del Ayuntamiento de Zaragoza a las asociaciones de víctimas del terrorismo.

Azcón ha recordado las grandes movilizaciones que hubo en toda España en el verano de 1997, cuando ETA secuestró y asesino a Miguel Ángel Blanco, señalando que "España fue un clamor unánime y nada volvió a ser igual". Unos seis millones de españoles salieron a la calle "a llamar asesinos a los asesinos", ha dicho, tras lo que ha elogiado a las Fuerzas de Seguridad del Estado y la Administración de Justicia.

Ha emplazado a "no bajar la guardia", proclamando que "su tragedia nos obliga a redoblar los esfuerzos en defensa del Estado de Derecho", expresando que "los asesinos deben rendir cuentas a la Justicia" y que quedan crímenes por resolver.

MANIFIESTO

Durante el acto, han leído fragmentos del manifiesto de la Fundación Miguel Ángel Blanco el alcalde y los concejales María Navarro (PP), Inés Ayala (PSOE), Víctor Serrano (Cs) y Carmen Rouco (Vox), junto con el subdelegado del Gobierno en Zaragoza, José Abadía.

En el manifiesto, la Fundación Miguel Ángel Blanco urge a "esclarecer los cientos cientos de crímenes sin resolver y responder al derecho a la Justicia de las víctimas", así como a "deslegitimar a ETA, lo que pasa por deslegitimar tanto sus medios como su proyecto político excluyente que cree justos los crímenes cometidos en nombre de su ideología totalitaria".

También, "prohibir el culto al terrorismo que en el País Vasco y en Navarra se lleva a cabo prácticamente todas las semanas, en los actos de recibimiento a exterroristas, fiestas y actos del mundo de apoyo a ETA ante la pasividad general".

La Fundación reclama, asimismo, "asentar un relato compartido basado en la Verdad, la Dignidad, la Memoria y la Justicia de las víctimas del terrorismo que neutralice el relato manipulado que justifica la actividad criminal de ETA o lo intenta blanquear".

Igualmente han emplazado a "seguir guiándonos por el significado ético y político de las víctimas del terrorismo y hacer llegar su testimonio y su valor democrático a los más jóvenes, para hacerles entender que la utilización de la violencia para obtener fines políticos dinamita la convivencia y la democracia constitucional y jamás está justificada".

En el manifiesto asegura que "la voz de las manos blancas es el esfuerzo colectivo que supuso la lucha contra ETA ante su imposición de miedo y odio" y que "es el sacrificio de los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado que han defendido nuestra seguridad y nuestra libertad pagando un alto precio con sus propias vidas. Es el compromiso de jueces, fiscales, políticos constitucionalistas, periodistas, intelectuales amenazados por ETA por preservar los valores constitucionales ante la coacción del terrorismo".

"Es el ejemplo de las víctimas del terrorismo, que jamás se han vengado y han aceptado la legalidad y el Estado de Derecho crítica y constructivamente. Es el derecho a sentirse vasco y español, navarro y español, sin complejos y orgullosos del proyecto común, plural, diverso, de concordia llamado democracia constitucional española", reza el manifiesto.

LIBERTAD

En el manifiesto se recuerda que "Miguel Ángel tenía 29 años cuando la banda terrorista le robó la libertad y la vida. Era una persona activa, con muchas motivaciones, sueños y proyectos por cumplir, un joven solidario y comprometido con su municipio: Ermua, y con los valores y principios constitucionales. Un ser humano sencillo, alegre, un buen hijo y hermano al que le gustaba la música, enamorado de su tierra: el País Vasco y orgulloso de ser español".

"Un 10 de julio de 1997, Miguel Ángel Blanco no llegó a casa a comer después de salir del trabajo, donde le esperaban sus padres. Saltó la alerta porque era concejal del Partido Popular, partido, que, junto a otros partidos constitucionalistas, se encontraba en el punto de mira de la banda".

"Los partidos de apoyo a ETA, los cómplices de ETA, habían anunciado pocos días antes que el precio por la heroica actuación de la Guardia Civil al liberar de su cautiverio al funcionario de prisiones Ortega Lara, encerrado en vida 532 días, iba a ser alto", continúa el texto.

"Tal afirmación, que constituía una amenaza en toda regla, se materializó con el secuestro de Miguel Ángel Blanco. La preocupación por su paradero empezó a extenderse" y "la noticia del secuestro de Miguel Ángel Blanco se confirmó", de manera que "los ciudadanos de Ermua empezaron a salir a la calle solidarizándose con la familia, en busca de información, y a exigir su libertad".

El manifiesto continúa indicando que "este ejemplo de movilización se extendió por toda España. ETA había dado un ultimátum: o se acercaban los presos etarras a cárceles del País Vasco o matarían a Miguel Ángel Blanco en 48 horas" y "seis millones de españoles salimos a las calles para intentar salvar su vida, exigiendo a ETA que lo liberara y denunciando este nuevo crimen".

"Calles y plazas de cientos de municipios españoles se llenaron de ciudadanos reclamando la vuelta a casa de Miguel Ángel Blanco con el que de manera masiva nos identificamos: Miguel Ángel podía ser nuestro vecino, nuestro amigo, nuestro familiar; el sufrimiento de su familia, de sus padres, Miguel y Consuelo, el de su hermana Marimar, el nuestro".

"Entendimos que todos estábamos amenazados por el terrorismo y que todas las víctimas simbolizadas en Miguel Ángel eran inocentes. El 12 de julio ETA cumplió su amenaza y asesinó a un joven indefenso desoyendo a la sociedad".

Desde entonces, "millones de españoles con edad suficiente recordamos con detalle esas 48 horas de aquellos días de julio: recordamos qué hacíamos o dónde estábamos cuando ETA secuestró y asesinó a Miguel Ángel Blanco" y "todavía hoy nos emocionamos al ver las imágenes de lo ocurrido" porque "nada volvió a ser igual en la lucha antiterrorista después de aquellos días, por eso son parte de nuestra Memoria colectiva como país. Nos manifestamos juntos frente a la barbarie, unidos por la defensa de la vida y la libertad, más allá de nuestras diferencias".

Hace 22 años "nació una nueva conciencia ciudadana de lucha contra el terrorismo: el Espíritu de Ermua" y "se asentaron las bases de una mejor y más eficaz política antiterrorista: la que defendía que debía haber vencedores --las víctimas, la sociedad democrática y el Estado de derecho-- y vencidos, los terroristas y sus cómplices".


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