ZARAGOZA, 27 Nov. (EUROPA PRESS) -
La exposición 'Mercantil. Biografía de la historia de un edificio', que organiza Bantierra, en la capital aragonesa, a través de su Fundación Caja Rural de Aragón, se clausurará este viernes tras haber recibido a cerca de 4.000 visitantes desde que se inauguró el pasado 22 de octubre.
De este modo, de lunes a viernes, más de 150 personas han pasado diariamente por esta muestra que conmemora el primer centenario de una de las construcciones más emblemáticas de Zaragoza, y uno de los ejemplos mejor conservados del Modernismo aragonés.
La exposición sobre el edificio, que es la actual sede de Bantierra, incluye cerca de cien piezas entre carteles, fotografías, publicaciones y otros materiales cedidos para la ocasión por instituciones y colecciones privadas. Todas ellas conceden a la muestra una orientación fundamentalmente documental, ofreciendo diversas y múltiples muestras de toda la vida que albergó.
Desde su inauguración el 10 de octubre de 1914, el Mercantil se convirtió en uno de los principales ejes de la actividad económica, social y cultural de la ciudad, sede por excelencia de innumerables encuentros, reuniones y tertulias y lugar de celebración de múltiples conciertos y exposiciones.
La exposición, que se podrá visitar hasta este viernes en horario de 18.00 a 21.00 horas, ha pretendido poner en valor y dar más visibilidad a este importante elemento del legado arquitectónico aragonés, a través de un trazado retrospectivo sobre sus principales episodios constructivos.
'MÉRIDA: JUGLAR DEL SUR'
También este viernes será la última oportunidad para visitar la muestra, 'Mérida: Juglar del Sur', que ha permanecido abierta en la Sala de Exposiciones de Bantierra de Zaragoza donde ha recibido a más de mil visitantes que no han querido perderse la oportunidad de conocer la obra de Andrés Mérida, que ha presentado una colección que parte del costumbrismo con el enfoque único y moderno que aporta este artista andaluz.
Compuesta por 29 trabajos, la exposición está dominada por un tono azul que emana poesía, trasladando el influjo del Sur de España con dibujos que representan sentimientos tales como el amor o la pasión, o que apelan a la tradición y al arte diferenciador de esta zona de la península.
Mérida plasma unas figuras alargadas hasta el infinito que intentan diluirse en el tiempo y que, sin embargo, cuentan con un trazo seguro e interminable, adaptando las escenas al siglo XXI. Todo ello con una sencillez y exquisitez, que solo este autor es capaz de capturar.
